El enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Judicial está servido aunque no haya huelga. Ibarretxe sobreseído y Rajoy se queda con el personal

Pretende Rodríguez Zapatero que sean los mismos jueces quienes digan si es legal o no es legal que se pongan en huelga. El ministro de Justicia dice que no, y la vicepresidente prefiere olvidar su pasado. Pero lo cierto es que no deja de tener su aquel que los jueces se hayan encabritado hasta tal punto que estén pensando en quitarse las puñetas.

Con independencia de que sea legal o no y de que los magistrados tengan ese derecho o no lo tengan lo cierto es que de cara a la opinión pública lo tienen crudo. Con las cosas que han pasado, las sanciones, los olvidos, y los narcos saliendo de rositas no va a ser fácil explicar a los ciudadanos que los jueces tienen razón.

Y es que la tienen que los medios con los que cuentan son de hace dos siglos y que se les acumulan los legajos en los juzgados de forma exponencial. La justicia en España no funciona demasiado bien y de eso puede haber varios culpables,. Entre ellos los propios jueces. Aunque no se trata de espolvorear responsabilidades como ha hecho la ministra de Fomento con el caos de la nevada si es cierto que en el caso de la justicia hay más de un responsable en la administración. Desde el ministerio de Justicia al último secretario de juzgado, pasando por el Consejo General del Poder Judicial y las distintas instancias autonómicas, todos tienen su parte de culpa.

Si las conversaciones del ministro con los jueces van encaminadas simplemente a parar el golpe de la huelga no habremos hecho nada. Esas conversaciones, con la participación del CGPJ deberían entrara a fondo en el problema. Pero es de temer que las cosas se queden en poner un parche. No se puede olvidar que en plena campaña electoral en Galicia, en el País Vasco y en Europa. Lo último que quiere el Gobierno de Rodríguez Zapatero son unos juzgados paralizados y más ahora que parece que se le abre el frente de la banca que se queja amargamente de que ‘ahora’ el Gobierno critique a quienes, hace pocos meses, alababa.

El Partido Popular pierde de forma clamorosa la batalla de las comparecencias y los ministros van a ir al Congreso cómo y cuándo quieran con el presidente a la cabeza que no se sabe muy bien que espera para dar cuenta a los españoles –fuera de los medios de comunicación-de lo que está pasando y de las medidas que toma.

Ahora estamos en el plan E -que dicen que solo en anuncios nos va a costar unos dineros de esos que no tenemos- lo cuenta ZP y se queda tan sonriente. Mientras que Rajoy ocupado de su imagen y en las tecnologías se va a quedar con los españoles. Lo de quedarse es porque Pons le ha organizado eso que se llama una ‘quedada’ en ‘facebook’ que es una cosa muy moderna y que sirve, entre otras cosas,  para conocerse. Lo que va a hacer Rajoy es como un ligue político pero en tecnológico. Oír contar a González Pons como va a ser la ‘quedada’ produce escalofríos.

Mientras Soraya Saénz de Santa María quiere matar al pregonero. Se supone que quiso decir al mensajero, pero dijo al pregonero y sonaba al chiste malo de aquel niño que en tono y voz de pregón preguntaba a su madre que por qué ‘papá mató al pregonero’

Y es que no sólo va a ser Magdalena Álvarez la que piensa más deprisa de lo que es capaz de hablar. Lo mismo Soraya también es muy rápida de cacumen y no se expresa bien salvo haciéndose fotos con ‘glamour’ que dirían en el tomate televisivo.

 Con fotos como la de marras, igual Soraya se podía haber ahorrado el hacer declaraciones e incluso no había necesidad de matar al pregonero.

 

Pero a la ministra ex Maleni, se le entiende todo cuando reparte responsabilidades. Hasta va a expedientar a Iberia por el mal trato a los viajeros y si hay que cesar a alguien en su ministerio pues se le cesa que para eso está respaldada, y bien respaldada.

Aquí todos nos conocemos más que de sobra y sabemos que Rubalcaba nos cuenta historias con los porteros y con eso de que ya no va a haber negociaciones con la ETA.

Y conocemos a Corbacho que comparece para hablar del paro y no dice nada. Debe de ser cosa de la clase política porque hay vicepresidentes que balbucean, ministras que no dicen lo que piensan y portavoces que se hacen fotos.

Al que se le ve venir es a Ibarretxe. Le han ‘sobreseído’ en eso del victimismo que ya entraba en el juzgado con las esposas puestas por sí mismo y se encuentra ahora sin condena ni nada. Un disgusto, Pero ya se le ocurrirá algo para animar la campaña del País Vasco, porque a quien se le ocurren los referéndums que se le ocurren le sobra imaginación.

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