El drama de los funcionarios interinos de prisiones. La administración no consolida nuestros trabajos y podemos vernos en la calle en cualquier momento

Ser funcionario de prisiones no es un trabajo fácil. Pocos conocen este mundo y no son conscientes de nuestra labor para la sociedad y para el Estado en particular.

Los funcionarios interinos de prisiones venimos viviendo un verdadero drama desde hace mucho tiempo. En estos momentos la situación empieza a ser preocupante ya que la Administración no mueve ficha.

Es decir, dependemos de un nombramiento que expira cada dos años, con disponibilidad para movernos donde quiera la Administración. Esto quiere decir que si hay trabajo, podemos llevar el pan a nuestra casa, y si el Gobierno y, en este caso, el Ministerio del Interior (de quien depende la Dirección General de Instituciones Penitenciarias) considera que no necesita nuestros servicios, podemos quedarnos en la calle después de, en algunos casos, de muchos años de dedicación exclusiva.

¿Qué trabajo vamos a buscarnos con 50 años? Nadie nos quiere… ni siquiera el cuerpo de prisiones para el que hemos trabajado durante épocas, y a veces, jugándonos la vida.

La solución sería la consolidación de nuestro puesto de trabajo. Es decir, dejar de ser interinos para ser considerados oficialmente funcionarios, previo el proceso de consolidación, tal y como se está haciendo a cientos en administraciones del ámbito de la AGE, y otras, por centenares. Incluso en Prisiones ya consolidaron en 2007, el Cuerpo Superior de Técnicos (Grupo A), y el Cuerpo Especia (Grupo B), siendo en este último caso para consolidar a siete funcionarios interinos.

Muchos pueden pensar nuestra ‘cara dura’ en este sentido: todos queremos llegar a ser funcionario por las consiguientes ventajas que ello conlleva. Pero no es una idea tan disparatada ya que en la mayoría de ministerios se consolidan plazas un día sí y otro también: Sanidad, Consumo, Trabajo, etc. Etc.

Sólo basta con echar un vistazo al Boletín Oficial del Estado para darse cuenta de lo que estoy diciendo.

En definitiva, nos vemos en la calle si la Administración considera mañana que no somos necesarios… y ¿cómo alimentamos a nuestros hijos? ¿Quién va a trabajar en las nuevas prisiones que se están construyendo? Y encima desprecian nuestra experiencia profesional, la que siempre cuenta en todos los ámbitos de la sociedad.

¡Consolidación de funcionarios interinos de prisiones! ¡Ya!