Del oscurantismo administrativo a la transparencia de las administraciones ¿es posible?
Caminar hacia un modelo de Gobierno Abierto es el caballo de batalla de cualquier Administración Pública que quiera situarse a la cabeza de los llamados "e-governments".
Una condición indispensable en la sociedad de la información en la que hoy en día nos movemos y una cualidad fundamental que permite aprovechar los recursos que ofrece la tecnología 2.0. para acercarse al ciudadano.
Y es que el fuerte impacto de las redes sociales y de los medios on-line obligan a las Administraciones a tratar de caminar de forma paralela a como lo hace nuestra sociedad.
El principal problema radica en que en nuestro país los ciudadanos sienten que la Administración es un ente complejo, mastodóntico y falto de la eficacia que le otorga su razón de ser.
Los ciudadanos se sienten desorientados a la hora de realizar cualquier simple trámite ante la Administración y se encuentran solos ante la complejidad del sistema. Cuando un ciudadano tiene que llevar a cabo una gestión administrativa puede verse forzado a pasar por tres ventanillas distintas.
La sensación a pie de calle es que ni existe transparencia, ni espacios para la participación ciudadana o la colaboración pública.
En España debemos abrir la gestión de los servicios públicos a las técnicas más modernas que han sido probadas con éxito en los países europeos más avanzados. Una Administración con una implantación plena de medios electrónicos, informáticos y telemáticos. Una Administración que aproveche las bondades de las nuevas tecnologías. Una Administración a la vanguardia, puntera y moderna.
Es cierto que queda mucho camino por recorrer y que no debemos confundir el sano y necesario ejercicio de transparencia por parte de las Administraciones con una suerte de exhibicionismo institucional.
Mucho se ha avanzado desde el Ejecutivo de Mariano Rajoy en este sentido. El actual Gobierno ha sabido aprovechar las bondades de las redes sociales para difundir la información de los acuerdos, negociaciones o directrices que aplica el Ejecutivo a la vez que pone en marcha una Ley de Transparencia que afectará a sindicatos, partidos políticos, asociaciones empresariales y a la Casa Real. Sin olvidar la dieta de adelgazamiento a la que va a someter a las Administraciones Públicas.
El problema a la hora de analizar la situación, es que nos encontramos con ejemplos muy dispares. Podemos ser testigos de Comunidades Autónomas muy abiertas y en las que existen cauces para la participación del ciudadano y otras regiones en las que el oscurantismo y el hermetismo son sus señas de identidad. Y aquí no caben ideologías o colores políticos. Se trata de acercar las instituciones a los ciudadanos.
A día de hoy, cada vez son más los gobiernos que se suman a dar pasos en esta dirección. Gobiernos que apuestan por la transparencia, por el acercamiento de las instituciones y por establecer cauces de participación ciudadana.
Esto lo ha entendido a la perfección la Comunidad de Madrid, donde en pocos años, primero de la mano de Esperanza Aguirre y ahora de Ignacio González, se ha avanzado mucho. Se ha pasado de una Administración del siglo XIX a una del siglo XXI y hoy en día los madrileños pueden realizar el 98% de las gestiones administrativas a través de la Red.
Según el Informe eEspaña 2013 de la Fundación Orange sobre el desarrollo de la Sociedad de la Información, que analiza la presencia de los Gobiernos Regionales en el entorno 2.0., la Comunidad de Madrid lidera la lista de Gobiernos Autonómicos en el uso de las redes sociales.
Y es que el Comité Sectorial de Administración Electrónica determina en su último informe de 2013 que el Gobierno de González es líder a nivel nacional en e-administración, situándose por encima de la media europea.
Aún así queda dar un paso fundamental e igual o más importante que la apertura de las Administraciones. Se trata de establecer un feedback con los ciudadanos, de empatizar con la gente, de escuchar y atender sus necesidades. Así lo refleja el "Estudio de la demanda y uso de Gobierno Abierto en España" elaborado por el Gobierno Central que refleja que el 81,4% de la ciudadanía reclama nuevos canales para incrementar la participación y apuesta por la convivencia entre canales digitales y canales tradicionales.
