Camps y la ‘doctrina Zarzuela’

Alguna vez me he referido públicamente a lo que yo llamo ‘doctrina Zarzuela’, entendiendo por tal el veredicto que en su día dictó la Casa del Rey sobre Iñaki Urdangarín.

La visualizó en fechas navideñas el jefe de la Casa, Rafael Spottorno, cuando, ante los periodistas, aludió al marido de la infanta Cristina para afirmar que, al margen de lo que dictamine la Justicia, ha tenido un comportamiento “poco ejemplar”.

Con tales calificativos, expresados en público, la figura del duque de Palma quedaba condenada social y moralmente, con independencia de lo que finalmente ocurra en los tribunales.

Pienso que la ‘doctrina Zarzuela’ tendría aplicación también en el caso de Francisco Camps, declarado “no culpable” en el juicio por los trajes regalados.

Atendiendo a lo declarado y testimoniado durante la vista, de los argumentos esgrimidos en su defensa, y más aún escuchadas las cintas de sus conversaciones con ‘el bigotes’, cabe concluir que el ex presidente valenciano no ha sido condenado judicialmente, pero sí ha quedado estigmatizado políticamente.

Al margen de felicitaciones, de alharacas y de celebraciones impostadas en su propio partido (algunas de ellas falsas de toda falsedad), Francisco Camps sale muy, muy tocado. En lo personal y en lo político.