Así actúa la Gaceta de Julio Ariza y Carlos Dávila

Con el título ‘¡Pena de confidencial!’, la Gaceta de Julio Ariza y Carlos Dávila publicó el sábado, en su página 2, un comentario, sin firma, en el que arremetía contra El Confidencial Digital, sin mencionarlo expresamente, y contra el que suscribe, en este caso citándome por el apellido.

Aparte de aludir, desconozco por qué, a la “fraternidad cristiana”, la Gaceta de Julio Ariza y Carlos Dávila, me acusaba de lo siguiente: de dolerme de los éxitos ajenos (se supone que de la Gaceta), de mentir “con especies venidas de filtradores interesados”, de resentimiento… Y terminaba así: “Por si no lo entiendes: ¡Ya está bien, Apezarena!”.

¿A qué respondía tal arremetida? He de suponer que era respuesta a la noticia publicada el día anterior, viernes, titulada ‘Julio Ariza logró un crédito de 16 millones para la operación de La Gaceta, que ha echado a andar con cifras de venta de 70.000 ejemplares’.

¿Qué se contaba en la noticia? Pueden ustedes leerlo directamente (ver noticia). A la vista de su contenido, me pregunto: ¿Qué cosas no son verdad?

-- ¿No es cierto que hay satisfacción en el grupo Intereconomía por los buenos datos de venta de La Gaceta en su nueva etapa, que cifran en 70.000 ejemplares?

-- ¿No es cierto que hay satisfacción por el buen resultado de la gestión económica para comprar el diario y relanzarlo?

-- ¿No es cierto que la operación ha sido posible gracias a un crédito sindicado de 16 millones de euros que Julio Ariza cerró con un grupo de cajas, entre ellas Caja Madrid, Caja Murcia, Caixanova (de Vigo), Caja de Ahorros del Mediterráneo y La Caixa? ¿O que las cuatro primeras son de comunidades donde gobierna el PP?

-- ¿No es cierto que existe una buena relación entre Mariano Rajoy y Julio Ariza, con el que se ha reunido últimamente más de una vez y durante largo tiempo? ¿No lo es que el primer número de la nueva etapa de La Gaceta publicó una larga entrevista con el líder del PP, de cuatro páginas?

-- ¿No es cierto que los datos de difusión que maneja Intereconomía hablan de una media de 70.000 ejemplares en la primera semana, recibidos con cierta euforia? ¿O que Julio Ariza, ha bajado a la redacción en diversas ocasiones para informar y animar a los periodistas?

 

-- ¿No es cierto que fuentes de los otros diarios nacionales introducen matices a esas cifras de venta y que, según sus datos, el domingo vendió en Madrid 10.000 ejemplares? ¿O que algunos directivos apuntan que el periódico más perjudicado por La Gaceta sería El Mundo, y no tanto ABC y La Razón?

-- ¿No es cierto que fuentes de Intereconomía atribuyen el alza en la difusión de La Gaceta sobre todo al empujón del programa ‘El Gato al Agua’, ya que propiamente no se ha hecho una campaña de lanzamiento, y que no está previsto realizarla?

-- ¿No es cierto que los cambios en la redacción han significado que la mayor parte de los cargos intermedios de la anterior etapa hayan quedado fuera de la estructura directiva, y que la mayoría de los colaboradores de la anterior etapa están fuera?

Si cualquiera de esos datos son inciertos, bastaría haberse puesto en contacto con ECD, y, sin más trámites ni problemas, habríamos publicado una rectificación. Pero no se ha procedido así. Lo que ha ocurrido muestra cómo actúa la Gaceta de Julio Ariza y Carlos Dávila.

Aparte de que no me duelen los éxitos ajenos (al contrario, ojalá les vaya muy bien) y de que no existe resentimiento alguno por mi parte (¿por qué habría de tenerlo?), he de aclarar que la relación informativa con la Gaceta ha sido, por parte de ECD, la normal, e incluso mejor de lo normal. Por citar un caso. En la última semana de agosto llegaba a la redacción que Carlos Dávila se incorporaba definitivamente al diario como director, que Maite Alfageme se confirmaba como subdirectora, y que trasladaban la redacción desde Alcobendas a La Castellana.

El director de ECD, que es Javier Fumero, llamó a La Gaceta y habló con Carlos Dávila. No desmintió nada, pero dijo que en una semana y pico iban a anunciar oficialmente que habían comprado el periódico, que ese día contarían detalles, entre ellos el asunto del director, y pidió que se esperara. Explicó que eran tiempos de cambios, una situación delicada, y que mejor si dejábamos pasar unos días. Y así se hizo: no se publicó la información.

En cuanto a la noticia que ha provocado la arremetida, una vez más desde ECD se llamó, como siempre. El martes, el redactor que lleva estos temas telefoneó al director de comunicación de Intereconomía, Rafael Miner, para confirmar cuatro cosas: 1) el crédito de 16 millones logrado por Julio Ariza en Caja Madrid, La Caixa, etc. 2) Que en la primera semana vendieron 70.000 ejemplares de media. 3) Si iban a hacer o no campaña publicitaria de lanzamiento. 4) Que el Gato al Agua y Radio Intereconomía están impulsando el periódico.

La respuesta tardó un día en llegar. El miércoles, Rafael Miner devolvió la llamada, con estas respuestas: 1) Del crédito sindicado no vamos a hablar. 2) De la venta de ejemplares tampoco: preferimos ser cautos y esperar a que salgan las cifras de OJD. 3) No vamos a hacer, por ahora, campaña de lanzamiento. 4) En efecto, el Gato, Radio Intereconomía y Radio Intercontinental nos sirven para hacer sinergias.

Con algunos datos nuevos más, el viernes se publicó la mencionada noticia. A las 6 de la tarde, Rafael Miner llamó al redactor para decirle que le había sorprendido mucho porque, tras la conversación mantenida, había entendido que no se iba a dar nada. Repitió que el grupo había optado por la cautela y no quería hacer declaraciones ni hablar de ventas, y que ECD tenía sus fuentes y podía sacar lo que quisiera.

Pero, en un momento determinado, la conversación subió de tono. Miner transmitió lo siguiente: Carlos Dávila está muy enfadado con vosotros por esta noticia. Él es un periodista con una larga trayectoria y con buenas fuentes. Imagínate que se pone a investigar las cuentas de El Confidencial Digital. A lo mejor entonces todo el mundo hablaría de ECD. Si queréis guerra la podéis tener, pero creo que no os compensa. Deberíamos sentarnos y establecer las bases de nuestra relación.

Insistió en que a Dávila no le había gustado el dato del crédito, porque la situación de Caja Madrid no era la más apropiada para sacar noticias de ellos en este momento. Y Miner dijo que él había trabajado mucho tiempo en Expansión y que había noticias que en momentos determinados no había que dar porque la situación de las empresas no era la más apropiada.

El tono, amenazante en algunos momentos, resultó altamente desagradable para el redactor que recibió la llamada.

No hubo que esperar a “sentarse” para establecer ninguna relación. A la mañana siguiente, el sábado, la Gaceta de Julio Ariza y Carlos Dávila se despachaba sin más con ese suelto, sin firma, contra El Confidencial Digital y contra mi persona.

Es claro que desde ECD se ha llamado. Se ha consultado a la fuente, se le ha dado tiempo de sobra para contestar, para completar y matizar. Posteriormente, no se ha recibido ninguna nota de rectificación, aunque sí la mencionada e inquietante conversación. Su reacción ha sido un suelto, sin firma, contra ECD y contra Apezarena.

Así actúa la Gaceta de Julio Ariza y Carlos Dávila.

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