Rajoy o Rubalcaba, ¿en qué quedamos?

Se repite cada vez más, porque así se comprueba insistentemente, que las  encuestas, al menos las que aparecen publicadas en los medios, siempre arrojan resultados a la medida y en la línea de quienes las encargan.

El problema salta con más crudeza cuando los datos de uno de esos estudios resultan absolutamente contrarios a los que concluye otro semejante. Entonces la perplejidad se dispara.

Vamos con un caso muy reciente, el debate del 1 de agosto sobre el ‘caso Bárcenas’, que tuvo como protagonistas principales a los líderes de los dos grandes partidos.

Como suele ser habitual, se encargaron encuestas sobre quién había resultado ganador en ese cuerpo a cuerpo. Y dos de ellas resultaron especialmente contradictorias, la de El Mundo y la de La Razón.

Resulta que para El Mundo, según su sondeo, el líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, había ganado con claridad a su rival. Y resulta que para La Razón, según su encuesta, Mariano Rajoy había barrido a su oponente.

Cuando, sobre un mismo asunto, se escuchan veredictos tan enfrentados, la evidencia es que uno de ellos se equivoca… o tal vez los dos.

Al margen de este ejemplo concreto, y pasando a lo general, pienso que los responsables de firmas demoscópicas deberían sentir alguna preocupación por el clima de incredulidad que van produciendo tan evidentes incongruencias, si quieren conservar el prestigio, y por tanto la validez de su trabajo. Entre otros motivos, porque, si no, ponen en riesgo la continuidad de su negocio.

Y algo semejante hay que aplicar a los medios de comunicación. Aunque en este caso ya existe un control directo y diario, el de sus lectores. Y en ese caso, si, a pesar de todo, los lectores siguen consumiendo tales soportes… entonces no hay nada que oponer. Es su libre opción.

 
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