Rubalcaba, ¡mírame a los ojos!

A la vista de lo ocurrido, de la autorización a Bildu para concurrir a las elecciones de mayo, esos miles y miles de personas que han visto rotas sus vidas por atentados de los pistoleros etarras, le plantearían, tras pedirle una mirada directa, la pregunta clave: “¿Lo teníais planeado al milímetro? ¿Estaba todo pensado para que al final ETA logrará su hueco en ayuntamientos y diputaciones del País Vasco?”.

Le demandarían si ha sido una operación diseñada al milímetro porque sabían que al término del camino estaba el Tribunal Constitucional, y que ése era territorio amigo.

Querrían saber si todos los pasos dados: denegar la inscripción a Sortu como partido, asumir la formación de la coalición Bildu, recurrir ante el Tribunal Supremo, ordenar a la Policía, la Guardia Civil, la abogacía del Estado y la Fiscalía que argumentaran que Bildu es ETA… si todo eso era sólo fuego de artificio, iba a acabar en nada, porque el Gobierno tenía controlado el TC.

A qué se comprometió Zapatero

Desearían también saber exactamente a qué se comprometió Zapatero ante Íñigo Urkullu, para lograr el respaldo parlamentario del PNV, y más aún la última reunión secreta que mantuvieron en La Moncloa. Si le dio ‘garantías’ de que los etarras estarían en los comicios de mayo.

Y querrían, finalmente, que les contara las alarmantes llamadas del presidente del PNV estos días, al conocer la negativa del Supremo, y la respuesta del presidente del Gobierno: “Quédate tranquilo, que yo no te fallo”.

Y, así, el pacto de legislatura sigue intacto y los socios preferentes, las nacionalistas vascos, van a seguir votando al Gobierno hasta el final de la legislatura,

Si dimite

Una operación como la que he descrito supondría que el Gobierno ha utilizado conscientemente a la Guardia Civil, a la Policía Nacional, a la fiscalía y a la Abogacía del Estado, obligándoles a hacer un ‘papelón’ porque el desenlace estaba cantado.

 

He escuchado repetidas veces al ministro del Interior pronunciarse con dureza y determinación a propósito de Sortu, Bildu… Le había creído hasta ahora.

Pero, visto lo ocurrido, solamente me convencería de que él era ajeno a este montaje si, como muestra de disconformidad, Rubalcaba abandona este Gobierno. Entonces me creería que él no ha manipulado a todos los estamentos citados, incluyendo la Policía y la Guardia Civil bajo su mando.

RIP al Tribunal Constitucional

En el TC estaba la solución, y Zapatero contaba con ello. ¿Cómo, si no, entender que los ‘progresistas’, es decir, los magistrados nombrados por el PSOE, como si hubieran recibido una consigna, formaran un bloque, todos ellos a favor de abrir la puerta a los etarras, como al final ha ocurrido?

Con ello, si el Tribunal Constitucional estaba bajo sospecha casi desde sus inicios, merced a la ominosa sentencia sobre Rumasa, más otros añadidos posteriores, la decisión del jueves constituye la puntilla a esa institución, herida ya de muerte.

La credibilidad del TC ha quedado definitivamente arrumbada, ante la evidencia de que la voluntad de los políticos condiciona sus decisiones casi automáticamente, con una obediencia que podíamos calificar de perruna.

El R.I.P. del Constitucional solamente tiene ya una salida. Reformar el sistema de elección de sus miembros, arrebatándola al control de los partidos políticos y devolviéndola al ámbito inicial que fijó la propia Carta Magna antes de la reforma promovida por Felipe González, que es la que ha llevado a esta situación.

No ahora, no así

Tengo que decir algo que puede sorprender. Yo soy de los que piensan que el camino iniciado por la izquierda abertzale radical, su renuncia a la vía violenta y la apuesta por los procedimientos democráticos, es cierta. Y que es irreversible. Me lo creo.

Por tanto, extrayendo la consecuencia lógica, opinaba que en algún momento habría que proceder a admitirles en el juego político de este país. Pero no ahora. Ni así.

Por respeto a tanto dolor como ha causado el terrorismo de ETA, había que haber hecho esperar más a sus partidarios, al menos hasta el año que viene, hasta las elecciones autonómicas vascas. Y con esa espera, además, se alejarían las sospechas de que podían estar simulando para obtener una legalización y luego volver a las armas. Ellos casi se habían hecho a la idea de que no estarían en los comicios de mayo. Así, que no ahora.

Y no así. No al precio de poner definitivamente al pie de los caballos al Tribunal Constitucional, al que se ha obligado a ‘retratarse’ políticamente. Insisto en la sospechosa unidad de criterio de los magistrados ‘progresistas’, los nombrados por el PSOE.

Y no provocando una enorme crisis institucional, al ver desautorizada la máxima instancia judicial, el Tribunal Supremo, y echando por tierra la laboriosa doctrina jurídica anterior que había asentado que Batasuna es ETA. Una definición que había obtenido el respaldo de la justicia internacional. ¿Cómo van a percibir en esas instancias este dramático cambio de criterio que se ha producido en España? ¿Qué pensarán del sistema judicial español?

Repito. No ahora y no así.

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