¿Saltará otro ‘caso Borrell’ para frenar a Tomás Gómez?

Hay, pues, nerviosismo profundo entre los responsables de la ejecutiva federal, a la vista de que la ‘rebelión de Madrid’ capitaneada por Tomás Gómez puede triunfar. Lo que supondría una demoledora derrota de la dirección nacional y del propio José Luis Rodríguez Zapatero, y acarrearía la pérdida del respeto de la militancia hacia el secretario general. Un acontecimiento que podría arrastrar en cascada otras peligrosas disidencias con el líder. Y eso es algo que de ninguna manera pueden permitir.

Los militantes cercanos a Tomás Gómez van anotando las maniobras subterráneas promovidas desde Ferraz para boicotear al ‘candidato de la base’. “Una muestra es lo que han hecho en Móstoles y en Leganés”, se destaca. Y también el intento de deshacer el equipo del díscolo Gómez por el sistema de llamar a capítulo a algunos de sus integrantes, incluyendo ofrecimientos de prebendas futuras en forma de cargos regionales y aun nacionales.

La sombra de Rubalcaba

A pesar de que le era exigible una exquisita imparcialidad, el aparato de Ferraz se ha volcado, casi sin disimulos, en los apoyos a Trinidad Jiménez. “Están perdiendo la vergüenza. Actúan a la desesperada”. Y citan mensajes por Internet que han recibido los militantes pidiendo el voto para la candidata de Zapatero, envíos que proceden de un servidor en Italia. “¿Quién paga eso?”, preguntan.

A las casas de los afiliados han llegado cartas (“¿quién paga eso, somos quince mil militantes?”) en las que, además de solicitar el apoyo a Trinidad Jiménez, se les remite, si tienen alguna duda, nada menos que a Ferraz. Con toda la frescura. Y así, la sacrosanta sede federal parece haberse convertido en la oficina electoral de la todavía ministra de Sanidad.

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Pero lo que más les preocupa es lo que pueda maquinar el todopoderoso (por los tremendos resortes que maneja) Alfredo Pérez Rubalcaba. “Ferraz tiene a su servicio los aparatos del Estado”, se escucha con aprensión.

Un segundo ‘caso Borrell’

Así que, en el subconsciente de muchos dentro del PSM ronda el temor a una actuación a la desesperada del aparato de Blanco y Rubalcaba (de Zapatero en última instancia). “Pueden llegar a cualquier cosa por impedir la victoria de Tomas”, se insinúa en ámbitos relacionados con el líder del PSM.

Se temen, en concreto, que puede articularse una maniobra semejante a la que destrozó a José Borrell. Ganó las primarias, para optar a la presidencia del Gobierno, al candidato del aparato (Joaquín Almunia); y al final tuvo que desistir y marcharse, roto y desengañado, al saltar un escándalo económico que afectaba a estrechos colaboradores suyos. La filtración surgió del propio PSOE.

“Están buscando historias”, es la confidencia escuchada en los citados ámbitos próximos a Tomás Gómez. Y hasta ha circulado un nombre concreto como posible objetivo: Wilfredo Jurado. Es una persona de la total confianza de Tomás Gómez, amigo y colaborador suyo de siempre, abogado, jurista del equipo y del PSM. ¿Y a dónde están mirando los ojos de los espías? Wilfredo fue concejal en Parla, con el entonces alcalde y hoy secretario general del PSM. Concejal de urbanismo.