Los 53.000 kilómetros de Rajoy

En el Partido Popular piensan que la especie de que Mariano Rajoy sólo se ocupa en sestear y, por qué no decirlo, dedicarse a la buena vida, procede de una bien pensada campaña trazada desde las filas socialistas, en la que se han volcado sus terminales mediáticas. Aquí y allá lo repiten los unos y los otros.

No se aprecia nerviosismo entre las cabezas pensantes de la calle Génova por esa ofensiva. Entre otras cosas, porque el presidente del partido se dedica a una tarea aparentemente sorda, que merece pocos titulares en los medios de información nacionales, pero que consideran que va a ser clave.

Rajoy se está trabajando los votos allí donde se encuentran. Es decir, se está pateando España. Unas visitas que sí ganan hueco en los periódicos, radios y televisiones locales.

Lleva 53.000 kilómetros

El equipo más próximo al líder del PP ha hecho cuentas: Rajoy ha recorrido más de 53.000 kilómetros, en ese periplo sordo de dejarse ver en cualquier rincón de España.

Y a la acusación de que en este año solamente ha dado una rueda de prensa, responden que, en cambio, ha hablado, alto y claro, en casi todas esas visitas electorales que aquí, en Madrid, apenas merecen media línea.

La atención se centra, lógicamente, en los lugares donde están en juego escaños claves. Rajoy puso casa en Cataluña durante los meses previos a las elecciones autonómicas, mima ahora especialmente Castilla y León, donde la alternancia en el poder está al alcance de la mano de Dolores de Cospedal, y el otro punto fijo es Andalucía.

Una convención con mucho fondo

Precisamente como parte de la estrategia de reconquistar en Andalucía, el próximo fin de semana el PP celebrará en Sevilla una convención nacional. Un acontecimiento que dará visibilidad al partido, a su presidente, pero sobre todo al líder regional, Javier Arenas, que protagoniza el más espectacular asalto en marcha en estos momentos: arrebatar Andalucía a los socialistas.

 

Se escucha en el PP que las encuestas que hablan de una victoria en tierras de Griñán, de Chaves, Zarrías y hasta Felipe González, van bien enfocadas según sus propios datos demoscópicos. Que no es un sueño, sino una realidad factible.

Y sobre las ‘otras’ encuestas, las que otorgan al PP la victoria clara en las generales de 2012, dentro del partido hay menos euforia de lo que algunos quieren creer.

Los vientos soplan a favor, pero al mismo tiempo no se echan campanas al vuelo. Faltan muchos meses para los comicios siguientes, y de aquí a entonces pueden ocurrir muchas cosas. Hay confianza, pero no seguridad. Y menos aún complacencia. Se sigue trabajando y se seguirá.

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