El puñal de Rajoy

Cuentan quienes le conocen de cerca que uno de los dilemas que quitan el sueño a Mariano Rajoy es qué hacer con Javier Arenas.

Cuando Arenas decidió tirar la toalla en Andalucía, después de los sucesivos y amargos fracasos en la batalla por hacerse con la Junta, todos dieron como seguro que entraría en el Gobierno en la primera crisis que afrontara el presidente.

Eso ahora no está nada claro. Más bien todo lo contrario. Javier Arenas es considerado el dirigente popular más ‘quemado’, por sus vinculaciones con asuntos tan pringosos como, primero, el ‘caso Gürtel, y, ahora, el ‘caso Bárcenas’.

Por eso, si Rajoy pretende aplicar una limpieza a fondo en el partido para borrar los rastros de esos dos escándalos, Arenas tendría que ser uno de los primeros sacrificados.

El dilema se resume en que se trata de una de las pocas personas que de verdad han mantenido y mantienen vinculación personal con Rajoy. Si ha tenido o tiene algún amigo en el mundo de la política, ése es Javier Arenas. Al que además debe favores impagables.

Por eso, la lealtad hacia él, junto con el deseo de no destrozarle, agobian al presidente a la hora de resolver el dilema, consistente en, por un lado, apartar a Javier Arenas, y, por otro, no hacerle daño.

Tal como se ha contado en ECD, es una de las barreras que le frenan para afrontar una limpieza a fondo en la cúpula del partido, porque cesar ahora a Javier Arenas sería tanto como declararle públicamente sospechoso de corrupción. En fin, que no sabe cómo descargar el puñal sin hacer daño. Seguramente porque es imposible.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

 
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