El 11-M sigue sangrando

El noveno aniversario de los atentados del 11-M ha puesto de manifiesto, otra vez, que gran parte las heridas causadas por la tragedia siguen abiertas y sangrando. Con lo que, a la enorme desgracia de aquellos sucesos se suman situaciones lamentables que persisten nueve años después.

España es el único país del mundo que, ante un grave suceso terrorista, reaccionó acusando al Gobierno de la nación. Despropósito semejante no se ha registrado en ninguna parte, ni siquiera con episodios tan extremos como los atentados de las Torres Gemelas en Estados Unidos. Es una primera llaga que debemos anotar.

La sentencia judicial, que firmó el de nuevo famoso juez Gómez Bermúdez, no ha cerrado el caso. Aunque sólo sea porque en ella no se identifica al ‘autor intelectual’ de los atentados: seguimos sin saber quién los planeo, diseñó y organizó. Y con qué fin.

Por si fuera poco, el amplio colectivo de víctimas de aquella masacre (con 192 muertos y casi 1.900 heridos), sigue enfrentado entre sí. Una división que no amaina sino que incluso parece acentuarse.

Pilar Manjón ha denunciado que, en el reciente concierto conmemorativo, solamente le saludaron los príncipes de Asturias y la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, y nadie más. Ángeles Pedraza, presidenta de la AVT, ha contado que Tomás Gómez, el líder del PSOE madrileño, pasa de largo y no le da la mano cuando coinciden en cualquier acto, y que lo volvió a hacer el lunes.

No son pocos los que insisten en politizar los sucesos, unos arremetiendo contra el Gobierno de aquel día e insistiendo en que mintió; otros rememorando la muy discutible actuación socialista, movilizando la calle en plena jornada de reflexión de las elecciones generales, unas elecciones que por cierto ganaron.

Penoso resultó escuchar a Pilar Manjón, en los actos que organizó su asociación de víctimas, hablando de dinero y subvenciones. Lamentable el hecho de que dos grandes diarios nacionales, El País y ABC, ese día 11 de marzo, noveno aniversario, ni siquiera citaran el 11 M.

Demasiadas heridas sangrando a la vez. Y en demasiados cuerpos.

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