Competitivos y emprendedores

A vuela conversación, en estos últimos días he sabido de exitosas iniciativas que promueven la calidad en la formación continuada, en diferentes ámbitos profesionales. En todas ellas aparecía la evidencia de que, ante una sociedad en cambio, era imprescindible una sólida formación humanística de base, junto a una formación profesional específica a lo largo de toda la vida laboral.

He podido oír propuestas múltiples que mostraban lo peligroso que es pretender hacer un Currículum, personal o de educación formal, sin una Ítaca valiosa y unificadora a la cual llegar. Es claro que no es suficiente el querer, precisamos la orientación.

Sí, hemos de ser precavidos para no dejarnos llevar por un “iluminismo” tecnológico que nos esclavizaría en vez de ponerse a nuestro servicio. Hemos de aprender a ser más capaces de ver, desde muchos puntos de vista, las situaciones concretas que nos afectan a diario.

Y me han hablado de que la motivación de un pensamiento más divergente nos facilitará tener ideas mucho más creativas e innovadoras para resolver problemas con un enfoque alternativo, desacostumbrado, que haga aflorar la excelencia, tantas veces perezosa o mediatizada.

Una de esas iniciativas que he conocido es la EBC*L (European Business Competence* Licence), una destacada acreditación de conocimientos económicos, con el apoyo de la Unión Europea, desarrollada por el Consejo para la Competencia Empresarial en Europa, en Alemania. Tiene como objetivo potenciar los conocimientos económicos básicos, en la población en formación y en activo, para hacer frente a las nuevas necesidades económicas, en un mundo globalizado, fomentando la competencia, como elemento de éxito.

Y me llamó la atención porque algo que parecería muy complicado y poco atrayente, con el condimento fuerte del estudio de la lengua inglesa, es trabajado de una forma amena y práctica. Y, además, se rubrica con una acreditación europea en conocimientos económicos. Es así como hay personas e instituciones que hacen de la necesidad virtud, ya que en estos momentos tener conocimientos básicos en economía e inglés es condición necesaria para un adecuado progreso, tanto personal como profesional.

También es verdad, y duele decirlo, que hasta que no se vislumbre el fin del éxito social de la ignorancia va a ser muy costoso ser competitivos con países de nuestro entorno, en los que trabajar, y trabajar mucho y bien, es algo serio, importante y beneficioso para todos.

Puede parecer uno un idealista, pero miren, miren cómo se puede organizar una Champions League de competencia económica para jóvenes http://www.ebcl.eu/ChampionsLeague/Champions_League_es_2010/index.htm

¿No les parece que urge ampliar la densidad cultural de nuestro país? (También es verdad que de otros muchos, pero de momento empecemos por el nuestro).

 

¿No tendremos que revisar los criterios de selección de personal en las empresas?

¿No piensan que siendo la rapidez de los cambios un marcado signo de los tiempos, tendremos que evitar la mala costumbre de saltar de cosa en cosa? Sí, deberemos entrenarnos en profundizar tanto en lo que nos apasiona como en lo que, incluso arduo, entendemos necesario para la mejora personal y colectiva.

Sea como sea, no desterremos nunca de nosotros ese anhelo de perpetuación y de conquista que todos llevamos dentro. ¡Seamos emprendedores!

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