Año de bienes…

Año de ‘vienes’ (con uve) y de por qué no te vas. Vino jocosilla de la India la vicepresidenta Fernández de la Vega. Hasta hacía bromas. Debe ser que los ritos y liturgias en las que con tanto entusiasmo participó, la alegraron las pajarillas.

El caso es que con la que estaba cayendo, había caído y quedaba por caer, nos soltó aquello de ‘año de nieves, año de bienes’. No hay como un refrán a tiempo.

Supuesto que los ministros tienen ese gran sentido de la colegialidad, lo de si has venido por qué no te vas, se puede aplicar a todo el Gobierno empezando por su presidente.

Cuando a la ministra de Fomento se le habla de dimisión se refugia en Rodríguez Zapatero y cuando a la vicepresidenta se le alaba -porque es de los pocos miembros del Consejo de Ministros que se salva de la quema en las encuestas de aceptación de los ciudadanos- nos cuenta que ella se limita a ejecutar lo que le ordena el presidente, que es quien dirige la política. O sea que el vestuario es una piña. Es como cuando Messi dice que sin el equipo él no sería nadie. Mejor así.

Por eso cuando Rajoy pide alguna dimisión, a lo mejor tendría que tener un poquito más de ambición política y pedir un cambio de Gobierno dada la estulticia y la ineficacia de este que nos ha tocado en la tómbola electoral.

Como era de esperar, en plena crisis, se nos han echado encima las elecciones y eso quiere decir que pasaremos unos meses sin Gobierno, sin Oposición y sin que los problemas se resuelvan. Unos meses de frases electoralistas y…hasta la próxima. Todos quieren ganar posiciones y los mítines ya han empezado.

Por ejemplo: Rajoy pide la dimisión de la ministra de Fomento. La ministra dice que el que tiene que dimitir es Rajoy. Y hasta la próxima.

Dice el presidente del Gobierno que el problema es que los ricos no se autocontrolan y que por eso estamos en crisis y que hay que autocontrolarse. Y hasta la próxima.

Afirma la vicepresidenta que ‘el dato del paro es malo, aunque sea una cifra que el Gobierno esperaba como consecuencia de la crisis de nuestro mercado laboral’. La perogrullada no es un refrán como el de las nieves pero como si lo fuera. Y hasta la próxima.

 

Y dicen Rodríguez Zapatero y Fernández de la Vega que ‘ninguna persona va a quedar abandonada a su suerte’. Y es que los indigentes que llenan los albergues de los ‘sin techo’ y los parados de las colas y las empresas que cierran, no saben la suerte que tienen.

Claro que la vicepresidenta, no sabemos si también como broma, dice que los ciudadanos tenemos derecho a exigir responsabilidades. Otra novedad que consuela mucho.

Visto lo visto, pues eso: año de ‘vienes’, año de por qué no te vas.

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