Elecciones, la Liga y la reflexión

El fútbol es el deporte nacional por antonomasia. Quizás por eso sea posible hacer una especie de paralelo entre la Liga, las elecciones y la reflexión obligada tras lo sucedido el pasado domingo.

La Liga la gana un solo equipo y las elecciones que llevan a La Moncloa sólo las gana un partido, por más que –con la honrosa excepción de Llamazares- todos estén encantados con los resultados de las urnas.

Nunca –si al final el Real Madrid gana la liga- un equipo habrá sido campeón jugando tan mal al fútbol. Gana, pero de forma agónica y sin convencer a casi nadie. Hace un fútbol ramplón, complicado y lleno de problemas sin resolver en el centro del campo, en la defensa y en la delantera.

Rodríguez Zapatero ha ganado las elecciones y con una diferencia de escaños más que holgada que le permitirá gobernar sin apuros. Pero nunca un gobierno ha repetido mandato tras cuatro años de gestión desastrosa. Desde la negociación con la ETA, hasta los problemas de la reforma de los estatutos de autonomía, pasando por la política económica o las relaciones internacionales, todo ha sido complicado. Se han creado problemas de forma artificial y se ha deteriorado, a ojos vistas, la convivencia.

Casi once millones de españoles han votado al Partido Socialista Obrero Español y no hay más que decir.

Y ahora hay que reflexionar. Pero la reflexión deben hacerla quienes han perdido, el caso del Partido Popular, o quienes pueden perder, situación del Club de Fútbol Barcelona.

¿Cómo tras cuatro años de un gobierno desnortado, sin propuestas serias, lleno de problemas y con una crisis económica galopante, un partido -con un sustrato de más de diez millones de votantes- no ha sido capaz de ganar unas elecciones y va a continuar en la oposición? Esa pregunta se la tienen que hacer, ya, los dirigentes del Partido Popular.

¿Cómo un equipo de la categoría del Barça, con una de las mejores plantillas del mundo, está a ocho puntos del Real Madrid, al borde de perder la Liga, a la vista del juego desarrollado por los que van los primeros? Motivos para reflexionar.

El Partido Popular ha subido en escaños y en porcentaje de votos. Está en una situación en la que puede intentar todo y conseguir todo y tiene cuatro años por delante.

 

El Club de Fútbol Barcelona, puede ganar la liga, está en la Champions y en la Copa del Rey y faltan 12 jornadas para que termine el campeonato. Puede aspirar a todo.

El Barcelona tiene banquillo y una gran organización con una cantera envidiable. Habrá que pensar en las rotaciones, en los cambios y hasta en los chavales más jóvenes.

El Partido Popular tiene una gran masa de militantes con implantación en todas las provincias. Gente preparada dispuesta a abandonar el banquillo y a ser titular. Habrá que hacer cambios e incorporar caras que hasta ahora no han estado en la primera fila.

Lo que pasa es que las fichas de los más veteranos son altas y no es fácil colocarlos en otros clubes. Y los políticos se agarran a su escaño y en cuatro años tampoco es fácil moverlos.

Es una cuestión de voluntad y de decisión. Pero es una cuestión urgente.

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