¿Estudias o trabajas?
Los periodistas somos curiosos por naturaleza. Está en nuestro oficio preguntarnos antes de preguntar o-mejor dicho- hacernos preguntas ante los acontecimientos que cada día nos trae la actualidad.
Estos días la actualidad está en Valencia y en las calles de otras ciudades. Al parecer, los estudiantes del Instituto ‘Luís Vives’ de la ciudad del Turia iniciaron protestas por deficiencias en los servicios –calefacción fundamentalmente- de su centro docente. Como consecuencia de esas protestas la policía cargó, también al parecer, de forma desmedida contra los manifestantes. Ha habido heridos y detenidos.
Otra de las consecuencias, como no podía ser menos, han sido las manifestaciones –bolas de acero incluidas- ante las sedes del Partido Popular en Sevilla, Madrid, Zaragoza o la misma Valencia.
El ministro del Interior no ha estado demasiado afortunado en la valoración de los hechos, la alcaldesa de Valencia no le ha ido a la zaga y el presidente del Gobierno, flemático él, se ha limitado a pedir mesura. Y en esas estamos.
Pero falta información y el periodista se pregunta: ¿cuáles eran las órdenes que tenían los policías que cargaron contra los manifestantes?; ¿cuáles son los motivos de las detenciones?; ¿qué entiende por mesura el presidente del Gobierno?; ¿cuántos estudiantes han sido detenidos?; ¿han sido detenidos individuos que no son estudiantes?; si son estudiantes, ¿cómo marchan en sus estudios y en su rendimiento escolar?; ¿disfrutan de becas, a las que tienen todo el derecho, que pagamos todos los españoles?; ¿cuál es el grado de espontaneidad de las manifestaciones ante las sedes de algunos partidos políticos?; ¿cuánto van a tardar los políticos en intentar capitalizar los sucesos?
Son preguntas que se hacen muchos ciudadanos. Se podrían hacer otras muchas, pero ya se sabe que los periodistas, curiosos por naturaleza, no pueden estar enterados de todo.
El hecho es que en Valencia, con razón o sin ella, las calles están revueltas. Que hay muchos entusiastas que se creen que están en algún país árabe y que la policía se ha pensado que con la derecha en el poder todas las porras son orégano.
