Europa hoy: De la demagogia a la austeridad

En toda Europa se están haciendo recortes de gastos más o menos superfluos e innecesarios. La veda la ha abierto el primer ministro británico, David Cameron, que con el gobierno de coalición de Su Graciosa Majestad ha traído nuevos aires al 10 de Downing Street.

Hasta ahí todo normal porque cuando era candidato basó gran parte de su campaña en el recorte de los gastos públicos en vista de la situación económica.

En España ha cundido el ejemplo y los medios están plagados de recortes. Y en ello están los políticos. Los unos van en metro, los otros en autobús, el que más y el que menos cambia de coche y hasta se recortan consejerías en las más sesudas comunidades autónomas.

Lo que pasa es que de la austeridad a la demagogia hay un paso apenas perceptible, y leer o escuchar a los políticos contándonos cómo van a utilizar el transporte público o cómo se van a comprar un coche de gama media baja suena a demagogia barata (no es chiste).

En su ingenuidad, uno se hace preguntas, Por ejemplo, ¿qué se hace con un coche que ha costado 600.000 euros?, ¿se revende, se manda al desguace, se subasta o se guarda para cuando lleguen tiempos mejores? ¿Y con la seguridad? Porque parte de los transportes oficiales puede que tengan su razón de ser en la seguridad. ¿Y el tiempo de nuestros políticos? ¿Se contabilizan los minutos en la cola del autobús?

Por ejemplo, se bajan los sueldos pero cuando uno ve los sueldos, tampoco le importaría participar del bajonazo.

Huele todo a farfolla de la mala y a medidas que si se tienen que tomar es porque antes las cosas estaban desorbitadas. Lo de que ‘nos quiten lo bailao’ se viene a la mente de muchos ciudadanos que ni siquiera han’ bailao’ y que no tienen nada a lo que renunciar.

Ya no habrá asientos reservados en el metro para ‘caballeros mutilados’. Ahora habrá reservas para políticos en rebajas y alcaldes pedáneos, o sea, que van a pie.

Pura demagogia que igual en Europa, que ahora nos marca tan de cerca, no cuela.