Hispanofobia

José Montilla no las tiene todas consigo en eso de la reelección. No es que no las tenga todas consigo, es que parece que el que sí tiene casi todas es Artur Mas. Y así las cosas, el molt honorable, ha vuelto a sacar a pasear el fantasma de la catalanofobia.

Y lo ha sacado a pasear apoyándose en los despropósitos del Tribunal Constitucional y en la ojeriza que los españoles tenemos al Estatut. Y como en el Estatut y en las pancartas del Camp Nou se dice que Cataluña no es España, pues la confusión está servida.

Para más confusión, el socialista -que no es separatista pero que se siente ‘excluído’ por los españoles que la tenemos tomada con él y con Cataluña- ha decidido, ya que está poniendo en marcha el Estatuto no aprobado y sin que aún sepamos si es constitucional o no es constitucional, cambiar el Tribunal, las reglas del Tribunal, las sentencias del Tribunal y, por supuesto, los magistrados del Tribunal.

Hasta hace poco se decía por las Ramblas -y se decía con el mayor descaro por unos y por otros- que lo que dijera el Tribunal Constitucional les salía por una friolera y que el Estatut ya estaba vigente por vía de hecho, pero ahora Montilla da un paso más y nos quiere cambiar las instituciones hasta que se adapten a sus medidas.

Lo de la catalanofobia ya es viejo y apenas tiene recorrido. Lo usaba Jordi Pujol y hasta lo han usado todos los presidentes del Barcelona cuando no les iban demasiado bien las cosas a los ‘culés’. No es que los delanteros fallaran o que al portero se las metieran dobladas –que fallaban y se las metían dobladas- sino que había catalanofobia y el Real Madrid, que por entonces no tenía a Pellegrini ni tantos nombres fulgurantes y funcionaba mejor, era el equipo del régimen aunque el régimen hubiera fenecido hacía años.

También usan lo de la catalanofobia los verdaderos separatistas, léase los ‘carodroviras’ y ‘puigcercoses’, lo que pasa es que esos lo usan para sus fines secesionistas y no para lloriquear por los ministerios de Madrid en busca de dineros que llevarse a la faltriquera o de votos que llevarse a las urnas.

Montilla está en plena campaña electoral y uno de sus argumentos es la catalanofobia. Pero ocurre que, por la misma razón, se puede hablar de hispanofobia porque en definitiva -y a pesar de Montilla- la gran mayoría de los españoles siente a Cataluña y quiere a Cataluña como una parte inseparable de España y además la historia no favorece nada a los ‘montillas’ porque, que se sepa, en el Reino de Aragón, que en la historia del Principado tiene mucho que decir, jamás hubo catalanofobia.

Vamos, que el Barça va a ganar la liga pura y simplemente por hispanofobia.

 
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