Miscelánea semanal: horóscopo de Leyre Pajín, ‘cirios’ de Blanco, marihuana de Güemes y ‘sospechosos’ apoyos de Rajoy.

Los mítines son como una especie de antología del disparate. Sólo hay una solución que es contratar para cada evento a algunos de los espectadores del tendido 7 de Las Ventas para que saquen pañuelos verdes y protesten en cuanto suene por los altavoces la primera memez.

Comenzó la semana con José Blanco y ha acabado con Pepiño. Verán. Se fue el ministro de Fomento a Zaragoza, orondo y feliz –que sólo le faltaba Esperanza Aguirre a su vera- a enseñarle al AVE al ministro de Obama  –Obama el de Al Andalus, Córdoba y la Inquisición, que eso va a ser por lo de la investigación a Chaves- Ray La Hood.

Era de ver a Blanco acariciando los lomos al tren en presencia del amigo americano que estaba encantado –luego le comprarán el AVE a monamisarkozy- y enseñarle todas las bondades de la alta velocidad española. Pero…el hombre propone y Dios dispone –que diría el creyente José Blanco- y, parodiando aquello de ‘o a Zaragoza o al charco’, del maño de la película- llegó Pepiño y se metió en el charco de los escoltas de Aznar, y para terminar de arreglarlo inventó una nueva frase al referirse a ‘cirios y troyanos’. Uno piensa que lo de los cirios le vino a la mente tras de declararse creyente.

Y Leyre Pajín  -la llamaban Ninotska- se ha convertido en una mezcla de astronauta, Aramis Fuster y heroína de ‘Star Trek’. Hay que tener mucho valor, mucho cuajo y ser muy mujer, para decir lo que dijo. Y es que cuando hay que decir algo se dice aunque a una le cueste el buen nombre. Porque una está en política para servir a los ciudadanos y ciudadanas y no para servirse de ellos, y si hay que inmolarse para dejar claro quién es y qué representa Rodríguez Zapatero en el concierto planetario, pues se dice y se acabó. Nunca le agradeceremos bastante su valentía.

Claro que todo se contagia -como la gripe esa que tienen a medias entre Chacón y Jiménez-  porque va Güemes –el de Esperanza Aguirre- y dice que los brotes verdes son marihuana y que se la fuman los del PSOE, y le contesta López Aguilar que a saber lo que cultivan en Génova y así, día tras día, recibiendo doctrina e ideas de los políticos.

Porque cuando hay que apoyar a un político se le apoya, y ahí está Rajoy que afirma que apoyará a Camps por arriba, por abajo, por delante y por detrás, o sea… Y es que no hay como un buen apoyo.

Y apropósito de los apoyos ‘globales’ de Rajoy se nos aparece Zerolo como oficiante de un bautizo ‘a palo seco’. Un bautizo que, entre Zerolo de oficiante y la presencia del mundo del espectáculo, parecía que lo hubiera organizado Alicia Moreno Espert. Con decirles que a la puerta de la Casa de la Panadería se congregaban los madrileños expectantes ante la posibilidad de que desfilaran carrozas con ‘drag queen’, está todo dicho. Una pregunta, sin acritud: el neófito tiene tres años, ¿le han preguntado si quería ‘bautizarse’ por lo civil? ¿han respetado su voluntad en cuanto al oficiante de tan sentida ceremonia? Pero ya ha dicho Zerolo que hay mucha demanda de esos fastos. Concretamente 5 en toda España.

Casi como lo de las bombillas de Sebastián, que ahora lanza el globo sonda de que nos va a subir la luz un 3 %. Todo está previsto. Después, De La Vega  saldrá diciendo que el 2%, y nos quedaremos tan satisfechos. Es lo que tienen los globos de Sebastián.

Ya son varios los lanzados por el ministro de Industria, claro que no tantos como culturas a las que pastorea la ministra de las Culturas de España. Lo que no sabemos es qué día irá González Sinde a La Zarzuela a jurar el nuevo cargo.

Y menos mal que Rodríguez Zapatero, con la rotundidad y la claridad de ideas que le caracteriza, afirmó sin titubeos en Euskadi: ‘López tiene todo mi apoyo contra la violencia’ y se quedó tan sonriente.

Una miscelánea de despropósitos. Y ahora dice López Aguilar que no nos han explicado bien Europa. Pues parece que Merkel tampoco se la ha explicado bien a Obama y tampoco es para ponerse así.

Sólo nos queda la esperanza de que acabada la campaña -y dichas las últimas tonterías la noche electoral al analizar los resultados- cada uno se vuelva a su despacho a trabajar –es un decir- y se olviden de las memeces.

El peligro es que se dejen llevar de la inercia.