Semana de pasión
Tradicionalmente la semana anterior a la Semana Santa se denominaba semana de Pasión. Hay que reconocer que en la vida pública, esta semana ha venido y viene 'cargadita' y que está 'sobrada' para poderse denominar de pasión.
Por ejemplo, el problema de los llamados papeles de Bárcenas es seguro que se va a resolver por la vía rápida. Dos jueces tirando de ellos cada uno en una dirección con intención de quedárselos van a conseguir partirlos por la mitad y si ya las fotocopias (el director de 'El País') ha reconocido que nunca vio los originales) eran de dudoso tratamiento jurídico, hay que imaginar lo que será trabajar sobre el rompecabezas de organizar los trozos que hayan dejado los dos magistrados.
Por ejemplo, Gaspar Llamazares ha decidido romper las urnas que tan caras les son a los demócratas como él y le ha espetado a la ministra Báñez: 'O se van, o los echamos'. Aquí la duda reside no tanto en el talante democrático de Llamazares sino en el plural usado por esta especie de 'llanero solitario' que pulula por el Congreso de los Diputados, más solitario que llanero.
Por ejemplo, UPyD por boca de su diputado Gorriarán le dice al ministro de Hacienda que ni un duro más a Izquierda Unida, que ya debe a Hacienda 2,3 millones de euros y, claro, se nota cierta tirantez entre ambas formaciones.
Por ejemplo, eso de que los destinos de una de las más grandes tragedias de nuestra historia los decidan unos señores en Estrasburgo (que vaya usted a saber si serían capaces de señalar España en un mapa), pues es todo un trago por mucha 'ingeniería jurídica' que haga el ministro del Interior. Otro trago.
Por ejemplo, hay que pelotillear a modo a los del COI para que nos den los Juegos Olímpicos. Y allí estamos genuflexos del Príncipe abajo, todos.
Y para debajo de verdad los concejales de Ponteareas, en Pontevedra, que han tenido que salir por las ventanas para evitar los enojos de los ciudadanos que siguen sin ver claro eso de las preferentes.
Por ejemplo, la Cataluña de los 'pujoles' que nos descubre sus vergüenzas, vergüenzas que llegarán si nadie lo remedia hasta el año 2018, que es cuando tienen fechadas las últimas deudas, que se sepa.
Por ejemplo, las detenciones de Andalucía -por la cosa de los 'eres'-, que más que detenciones se están convirtiendo en verdaderas redadas. Vamos, que van de treinta en treinta.
Y el ejemplo de los ejemplos, el del pobre Rubalcaba –que diría el maestro Campmany- que además tiene ejecutiva, dicho sea en el más amplio sentido de la palabra.
Semana de pasión por todo lo alto.
