A Zapatero le estalla Navarra en las manos, se refugia en Parla, pero la onda expansiva va a llegar a las generales.

La respuesta de los socialistas navarros ya es lo de menos y hasta la posibilidad de que algunos diputados de “la Ribera” jueguen a “tamayos”, ya da igual. El esperpento de Navarra se ha consumado y, casi con la campana sonando, el apaño que va a permitir gobernar a Unión del Pueblo Navarro, lejos de arreglar nada, lo único que consigue es prolongar la agonía hasta las generales.

Pero de momento todos están contentos. Blanco hacía ejercicios de responsabilidad lejos de cualquier ánimo partidista y pensando en Navarra. Seguro que a muchos se les han saltado las lágrimas -incluido Rodríguez Zapatero que en esos momentos estaba en Parla, porque la agenda de un Presidente no entiende de ternezas- ante el altruismo político del PSOE.

Emocionada salía en los telediarios Soraya Saenz de Santamaría, la Secrataria de Política Autonómica del Partido Popular y casi levitando Miguel Sanz, el futuro Presidente de la Comunidad Foral que se deshacía en elogios hacia Ferraz. Ver par creer.

Y ahora a ver lo que dura la componenda porque sería un milagro que no ocurriera nada de aquí a las generales y no digamos nada pasados lo comicios del próximo año y ya con Rodríguez Zapatero y Blanco sin necesidad de enseñar la patita a los navarros.

Además de en Parla, la ineludible y cargada agenda del Presidente del Gobierno le ha llevado a Barcelona a ver a Montilla –a media luz los dos- y, según cuentan, a no ver a lo barceloneses que de verdad se quedaron a dos velas.

Y es que no todos los políticos son capaces de dar la cara con la donosura de la ministra Carbona, que se presenta en la rueda posterior al Consejo de Ministros para explicarnos con todo lujo de detalles que viene una masa de aire africano. Eso son los casos en los que los ciudadanos no sentimos orgullosos de pagar nuestros impuestos y de pagar el sueldo de la Ministra.

Una Ministra dando explicaciones siempre justifica el sueldo que pagamos con nuestros impuestos. Lo mismo que los turnos de vela que se han establecido tanto en el Gobierno, como en el Partido Popular y en el Socialista. En cualquier caso, durante el verano, siempre habrá una “lucecita de El Pardo” encendida y velando por el bienestar de los españoles. Eso tranquiliza mucho.

En la ETA hay síntomas de movimientos internos y las situaciones penitenciarias de Otegi y de De Juan Chaos no son ajenas a esos “malestares” de presos y de familiares, aparte del celo de la policía francesa. Pero lo cierto es que Rodríguez Zapatero- dicen en su entorno- está feliz “porque no hay muertos y el proceso puede seguir adelante”. El que no se consuela es porque no quiere y el Presidente se pude ir tranquilo a Doñana a la espera de un atentado, porque intentos de la banda terrorista, está habiendo uno tras otro.

Canarias se quema y Rodríguez Zapatero no duda en “fundirse” la chequera del Estado. Todo huele demasiado a promesa electoral,  pero lo que hace falta es que el dinero sirva para paliar la tragedia que viven los canarios y que se trabaje –de una vez por todas- de cara al futuro, con esa unidad de emergencias que preconiza Rajoy o con lo que sea, pero que no estemos esperando cada verano para ver dónde salta la tragedia de los fuegos y cuantas víctimas hay que lamentar.

 

Bienvenida sea María San Gil que vuelve a la política vasca después de su lucha contra el cáncer, por más que los ditirambos -en casos como los de la ejemplar política vasca- no vengan a cuento.

Descanso veraniego -más todavía- para el Tribunal Constitucional y mientras el Estatuto de Cataluña en un sin vivir ante la atenta mirada de Pujol junior que en palabras de su padre es muy buen chico y siente pasión por Cataluña. Claro que como diría Artur Mas, a los padres siempre se nos cae la baba con nuestros retoños.

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