Del rosa al amarillo: de los arrumacos de Chacón en la BBC, al amarillo de Contador, de los Simpson y al amarillismo de Anasagasti

La cosa pintaba en rosa. Carme Chacón se deslizaba cual Pink Panter por los pasillos de La Moncloa y del Ministerio de la Vivienda e incluso tenía sus más y sus menos con las cámaras de la BBC y Carmen Calvo se preparaba a tomar posesión en un pleno extraordinario del Congreso de los Diputados. Nadie se explicaba lo del pleno extraordinario a no ser por lo “extraordinario” del sueldo de la flamante Vicepresidenta.

Todo se deslizaba suavemente en un plano inclinado hacia las bien merecidas vacaciones, cuando Rasmussen va y se cambia la sangre y viste de amarilla a Contador y al senador Anasagasti se le enciende su sangre vasca y la toma con los de la sangre azul y se pone a despotricar, que eso de las webs da para mucha libertad.

Y eso que hasta los últimos días de la semana, el ambiente era más bien fresquito salvo en Barcelona, en donde el apagón mantiene más bien “calientes” a demasiados ciudadanos.

No se sabe muy bien si algunas de las 198 medidas con las que el Gobierno intenta frenar el cambio climático, pasaban por el apagón de la ciudad Condal pero lo cierto es que se han creado problemas hasta en el Partido Popular de Cataluña y Cirera tuvo que celebrar su primer comité en la terraza de un bar al aire libre, mientras se tomaba un cafelito con la “cúpula” de la era postpiqué (Piqué ha hecho todo lo que ha podido). Y dicen las malas lenguas que se produjo la primera discrepancia por ver quién pagaba la consumición, que en eso los catalanes parece que son muy mirados y no como Juan Guerra, que era un despilfarrador sevillano que invitaba a cafés a todo el mundo.

El caso es que Iñaki Anasagasti se va de vacaciones –es de suponer que al País Vasco- y entre “pintxo” y “txikito” sacará pecho: he colocado a la familia real -en minúscula, por supuesto- en su sitio. O así.

El problema de este caballero es que lee demasiadas revistas satíricas y no asimila. La grosería, el rencor y la sal gorda que destila su escrito es mucho más llamativo que los absurdos razonamientos que hace para descalificar al Rey y a su Familia. Está visto que uno puede hacer el ridículo incluso fuera de la peluquería.

Y hay broncas incluso en verano. El Gobierno ha decidido enfrentarse a la Iglesia y colocar el conflicto de la Educación para la Ciudadanía en el ámbito de las relaciones Iglesia-Estado. Falso de toda falsedad. El conflicto está en la defensa de los derechos individuales de los ciudadanos frente a las intromisiones del poder. Pero en cualquier caso la Jerarquía está dejando bien clara su posición – la fe no se impone sino que se propone- aunque Rodríguez Zapatero mire para el lado que no es, y el Ministro de Justicia Fernández Bermejo amenace a los disidentes con que “se van a tener que atener a las consecuencias”. Entre el parecido con “La Formación del Espíritu Nacional” de épocas anteriores y el “usted no sabe con quién está hablando” también de épocas anteriores, aquí no ganamos para sustos.

Y Blanco-siempre Blanco- que goza de una información de primerísima mano de los entresijos del Partido Popular. Tan de primerísima mano que uno empieza a pensar sino será un agente doble –ahora que está tan de moda- y cualquier día asistimos a una rueda de prensa en la que el CNI, con Alberto Saiz a la cabeza, desvele el nombre de Blanco espiando a la derecha casposa. Pues dice Blanco que en Génova apuestan por Rato, por Aguirre y por Ruiz Gallardón, pero que nadie da un euro por Rajoy. Esto va a ser una rencilla entre gallegos, que de pequeños se enfrentaron en alguna competición y claro, perdió Blanco.

En cualquier caso se ha puesto de moda 007 y hasta puede eclipsar a los Simpson que es esa familia de gamberros que nos están metiendo por activa y por pasiva.

Menos mal que no hay desgracia que cien años dure y en Lepe –siempre Lepe como siempre Blanco- además de poder votar dentro de unos meses, la alcaldía ha decretado la siesta de 3 a 6 de la tarde, y está prohibido trabajar para no hacer el menor ruido.

Eso sí que es educación para la ciudadanía y no lo de Rodríguez Zapatero.