El árbitro que perdió una final

Somos Campeones del Mundo de Fútbol. Una gesta que hay que enmarcar y que quedará para la historia de nuestro deporte. España entera ha vibrado con su selección y el espectáculo de las calles y las plazas de todas las ciudades y de todos los pueblos ha sido –esta vez sí- indescriptible.

España ganó a Holanda y, cualquier Perogrullo, llegará a la conclusión de que Holanda perdió frente a España. Pero no es así. Quien realmente perdió la final fue un árbitro, el nombre da igual, un árbitro, con eso está dicho todo, que además de indigno profesionalmente para pitar una final del mundial, mostró una actitud vergonzosa, simplemente como persona.

Las fiestas y las alegrías no deben ocultar que estamos ante uno de los arbitrajes más vergonzosos y bochornosos de la historia de los campeonatos del mundo. Simplemente, con el reglamente en la mano, al menos tres jugadores holandeses debieron ser expulsados, uno de ellos por roja directa.

Pero no acaba ahí la desvergüenza del árbitro, quien quiera que fuese. Permitió que los holandeses –el viejo Duque de Alba tenía razón- practicaran un fútbol agresivo, sucio, rayando en lo penal, cuyo único objetivo era que España no les goleara y evitar que nuestra selección hiciera su juego, un juego que los holandeses –el Duque de Alba tenía razón- están muy lejos siquiera de intuir.

Pero Holanda además del 1-0 se llevará a sus bajos países, la vergüenza de que el mundo entero viera su manera de entender el deporte y su forma de intentar parar un fútbol infinitamente superior al suyo.

A estas horas no sabemos que vergüenza llevará en su saco, el árbitro –el nombre es lo de menos- ni siquiera sabemos que pensará el español que es responsable en la FIFA del elemento arbitral, pero sí sabemos lo que piensa el mundo entero de un juez que permitió, de principio a fin, un juego más que violento.

Fue el juez que perdió los papeles desde el minuto uno y que también perdió la final que él jugó contra España. No la perdió Holanda -el Duque de Alba tenía razón.- simplemente porque no la jugo. Salió al campo sudafricano a otra cosa, a destruir no solamente el juego español, sino la propia integridad física de los españoles.

Con todo y con eso somos campeones del mundo. Haciendo el mejor fútbol de toda la competición. La única pena es que no ganamos a un equipo de fútbol sino a un árbitro.

También tiene su mérito

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato