Por la boca… El Retiro madrileño sigue cerrado
Tras la muerte de un niño de cuatro años, aplastado por un árbol, cuando paseaba con su padre por El Retiro, el parque sigue cerrado y los madrileños y los visitantes se han visto privados de su disfrute durante todas las vacaciones de Semana Santa. Y así seguimos
Inés Sabanés se apresuró a lamentar el suceso, a decir que fue un accidente de mala suerte y a afirmar que el protocolo establecido se había cumplido perfectamente e incluso se había ido más allá en las precauciones. La creemos, pero… aquí paz y después gloria.
Desde entonces el parque sigue cerrado, se alargan los plazos y cada pocos días se da una fecha distinta para su reapertura.
No se trata de buscar culpables, pero tras la tragedia que supone la muerte de un niño, sí convendría que se hicieran y se contestaran una serie de preguntas que no se han hecho ni se han contestado porque, tras el accidente, desde el Ayuntamiento se ha dado carpetazo apresurado al asunto y se han refugiado en las inspecciones de los árboles, causa del cierre.
¿Se hacen inspecciones continuas en El Retiro o se están llevando a cabo tras la muerte del niño? Sí se hacen no se entiende muy bien por qué ahora hay que emplear tanto tiempo.
Si como dijo Sabanés, el árbol que cayó había sido inspeccionado la semana anterior a su caída ¿qué garantías tienen ahora los madrileños de que las inspecciones que se están realizando sean más fiables que la que se hizo al árbol en cuestión?
¿Rachas de viento de menos de 100 Km/hora son suficientes como para derribar árboles de gran envergadura que se han dado por buenos en inspecciones recientes?
¿Hay un informe técnico, exhaustivo y con garantías, de lo ocurrido y de la situación actual del parque? Y si lo hay ¿por qué no ha llegado a conocimiento de los madrileños?
¿De verdad creen Carmena y Sabanés que es suficiente con lamentar una desgracia, calificarla de accidente, cerrar un parque y comenzar ¡AHORA! las inspecciones de árboles?
Y la pregunta más importante: ¿Habrá que colocar lo ocurrido en el Retiro, dentro del paquete de situaciones (deterioro galopante de aceras y calzadas, suciedad crónica, barullo en la recogida de basuras, situación de la policía municipal, caos circulatorio, arbitrariedad en las decisiones relativas a la peatonalización del centro, persecución del coche privado, desinformación sobre decisiones relativas a la contaminación, barrios convertidos en ghetos, etc. etc.) en las que Manuela Carmena ha sumido a la Capital?
