Por la boca… ¿Tontos útiles?

La figura de los ‘tontos útiles’ era una metáfora muy utilizada en nuestra política a mediados del pasado siglo.

Quizás la han vuelto a poner de actualidad José Luis Rodríguez Zapatero y Miguel Ángel Moratinos en su reciente viaje a Cuba y su solemnísima entrevista con Raúl Castro que, a juzgar por el decorado de banderas y los recibimientos oficiales, se trató -de cara a la población cubana- de una visita cuasi de estado que reforzaría al régimen castrista, sobre todo ahora, que tanto se juega con las democracias externas a la isla.

Dejando a un lado el desgraciado incidente que el ex presidente y el ex ministro de Asuntos Exteriores protagonizaron de cara al Gobierno español, lo cierto es que la inoportunidad de la visita y todo el bombo y platillo que la ha rodeado, es patente.

¿Han sido Rodríguez Zapatero y Moratinos los ‘tontos útiles’ de la metáfora, al servicio de la dictadura cubana?

Si solamente se atiende a la visita propiamente dicha y a la entrevista con Castro, es evidente que sí. Basta con repasar el tratamiento y la difusión que, a nivel interno, se ha dado al viaje para concluir que el gobierno de Cuba ha sido el único beneficiado de la excursión.

Pero hay un segundo tiempo y una trastienda al fondo, que quizás contesten a los interrogantes. En ese segundo tiempo hubo una reunión con el responsable del comercio –y otras actividades económicas, que diría Monedero- de Cuba y, teniendo en cuenta los actuales afanes laborales del ex ministro Moratinos, habrá que replantearse la denominación de tontos útiles.

Porque a lo mejor, o a lo peor, útiles sí, pero de tontos nada.