Por la boca… Ni contigo ni sin ti

La pirueta consumada por Pedro Sánchez -con la ayuda, más que estimable, de Albert Rivera- solamente tiene efectos negativos incluso para los propios contorsionistas. Ambos han tenido que retorcerse y hacer auténticas cabriolas dentro de sus respectivos programas, y olvidar a toda prisa la campaña electoral y las promesas que hicieron, para firmar un acuerdo que, a la postre, no ha servido más que para empeorar la situación.

El tiempo que hasta hace poco corría en favor de Pedro Sánchez, se le vuelve en contra y, además del intento de gobernar, va a tener que poner a contribución todas sus fuerzas para llegar a las hipotéticas elecciones de Junio con un partido que le permita ensayar la posibilidad de una nueva debacle electoral.

Por el momento, Sánchez se ha cerrado el camino –al menos el que está a la vista de todos- que le llevaría hasta Podemos, al maridarse con Ciudadanos. Sánchez, de la mano de Rivera, hace imposible una negociación con los independentistas y Sánchez sigue empecinado en decir no al Partido Popular, con lo que sus posibilidades son ahora más reducidas que antes del pacto.

Albert Rivera, no ha salido mejor parado. Si mantiene el pacto con el Partido Socialista lo tiene imposible con los populares y, en la otra banda, no está bien visto por Podemos y no puede pensar en nada que no sea el rechazo frontal de los independentistas hacia Ciudadanos y de Ciudadanos hacia los que quieren la separación de España.

Así las cosas, cuando Pedro Sánchez saca pecho y se erige en relojero del reloj de la democracia, si no causara risa por la cursilería, sería hilarante por ser el único que piensa que el pacto ha servido para algo.

Rajoy, que con toda la razón se refugia en unas elecciones que ha ganado, devuelve pelota tras pelota en el frontón de las cesiones, de la negociación y del gran pacto. Razonamientos que son válidos para otros pagos europeos y no para una España en la que derecha e izquierda siguen enzarzadas como en el año 31 del siglo pasado.

Podemos -que se encrespa porque se siente traicionado por quien debería ser el adalid de la izquierda del cambio y del progreso, que dice que nada con Ciudadanos y que sueña con unos mejores resultados en unas posibles elecciones- es el que sale mejor parado en sus aspiraciones, porque lo más que puede perder, si no gobierna con la izquierda de Pedro Sánchez y de los independentistas, son vicepresidencias y carteras ministeriales que no estaban más que en una imaginación calenturienta y que ni el propio Iglesias se creyó nunca.

Y por si todo eso fuera poco, Patxi López presidiendo el cotarro.

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato