Por la boca… Si lo explican es peor

Socialistas y ‘podemistas’ y sus dirigentes, están en el momento de tomar decisiones y como esas decisiones, en la mayoría de los casos, se contradicen de manera flagrante con lo que venían diciendo, unos y otros se creen en la obligación de pasar por el trance, evidentemente amargo, de explicar posibles pactos y alianzas. Y ahí es cuando se están quedando con las vergüenzas al aire, porque lo peor de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias –con ser mucho- no es lo que hacen o lo que dicen, lo peor es cuando lo explican.

Toparse con un Pablo Iglesias, con la baba caída, dando la noticia de que ‘ahora Pedro me llama’, mientras apresuradamente mete en la mochila de Juan Carlos Monedero los epítetos, aún crujientes, contra la casta y se embadurna de harina las patitas como hacia el lobo del cuento de los cabritillos, para no asustar a banqueros y empresarios, es como estar escuchando un monólogo del Club de la Comedia.

Y no es menos divertido asistir diariamente a la exhibición de malabares de Pedro Sánchez. No son malabares al uso, con pelotas o con mazas, son juegos a base de votos. Los números suben y bajan al compás y así, nos enteramos del triunfo del Partido Socialista en las elecciones municipales y autonómicas, elecciones, dicho sea de paso, en las que los socialistas han cosechado los peores resultados de su historia.

Pero ellos impertérritos, siguen haciendo sus ‘bolos’ de feria en feria y vendiendo sus mantas con agujeros y sus burros con mataduras, de foro en foro, de desayuno en desayuno y de círculo en círculo, porque ahora -hace no demasiados días eran las clases medias y los trabajadores- hay que cuidar, y sobre todo no asustar, al mundo empresarial y a la banca.

Usan como coartada, tanto Sánchez como Iglesias, la falacia de ‘no gobernaremos’ con socialistas, unos, o con Podemos, otros. Falacia porque lo que afirman, suponiendo que sea verdad, es que no entrarán en el gobierno de la autonomía o del ayuntamiento, pero facilitarán que gobiernen los otros u obligarán a girar 180º a quienes han dado el poder.

Insisten en que cumplen el mandato que les han dado los españoles en las urnas, hablan de cambio y de gobiernos de progreso sin el menor rubor y airean, ambos, como único programa político, echar a la derecha. Bagaje escaso para quienes pretenden traer la novedad a la política española.

¿De verdad Pablo Iglesias y Pedro Sánchez se creen lo que dicen, y piensan sinceramente que los mínimos proyectos que anuncian, son buenos para España?

El peligro está en todo lo que puede perder el socialismo español cuando en España hace falta una izquierda normal de tipo europeo. Una izquierda por la que claman muchos socialistas que temen, aunque lo niegue García Page, las posibles locuras de Sánchez.

Pero el verdadero peligro está en que, por ahora, los que no tienen nada que perder son los de Podemos.

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato