Por la boca…Tras los navajeos en el Partido Popular ¿Quién tira la primera piedra?

Por desgracia para España y para los españoles, voten lo que voten y tengan la ideología que tengan, hay pocos ámbitos en la política que estén libres del pecado de la corrupción sea de la índole que sea.

Ahora que todos llevan a la plaza pública los adulterios de la corrupción y de las traiciones en el Partido Popular, no es fácil encontrar a nadie en el mundo político que, ni personalmente o como grupo, pueda tirar la primera piedra. Y menos que nadie el Partido Socialista.

Son demasiados los casos de corrupción, de navajazos y de traiciones -presuntos, probados, condenados, imputados o investigados- en el Partido Socialista.  Andalucía, Baleares, cónyuges de ministras, ex de presidentas o vicepresidentas y maridos de directoras generales, contratos sanitarios con pandemia y sin pandemia, abusos, dedocracia, nepotismo, prebendas a amigos y conocidos, urnas y cortinas tras de unas primarias- en las más variadas formas que también se extienden a Podemos, a Más País, a separatistas, alcaldes, presidentes, empresas públicas, medios de comunicación afines y a compañías suministradoras de bienes y servicios de la Administración.

Por desgracia para España y para los españoles, voten lo que voten y tengan la ideología que tengan, hay pocos ámbitos en la política que estén libres del pecado de la corrupción, sea de la índole que sea.

Hay corrupciones no solamente en el plano económico, sino en el ético, en el mundo del ocio y la cultura, el académico, en el científico y por supuesto en el personal. La izquierda, en general, suma una carga de corrupción de peleas internas y hasta de tarjetas telefónicas “deterioradas” lo suficientemente pesada como para que le impida levantar la piedra más ligera y arrojarla contra ningún adversario.

Por eso fue fatua, hipocritona y meliflua la declaración de Sánchez en Bruselas lamentando los hechos acaecidos en el Partido Popular y abogando por su rápido esclarecimiento, declaraciones que le debieron de costar un gran esfuerzo porque al mismo tiempo y falazmente declaraba que él nunca opina ni juzga los hechos internos de otros partidos.

Habrá denuncias, querellas de fiscales de oficio o a instancia de terceros, declaraciones altisonantes y condenas, y todo lo tendrán bien merecido los incompetentes que dirigen el Partido Popular; dentro y fuera del partido se rasgarán las vestiduras unos y lo celebrarán otros; se pedirán cabezas y habrá ceses y dimisiones y hasta cadáveres políticos y el desaguisado costará muchos votos. Pero lo que no hay es alguien con la suficiente fuerza moral como para tirar la primera piedra.

La carcajada: Dice Morant, la de ciencia, refiriéndose a la nueva ley y a la burocracia: “Será reducida considerablemente, ya que un investigador ya no tendrá que estar justificando el ticket de un taxi o facturas de hace 10 años, sino que con esta reforma la justificación de subvenciones se realizará en forma de cuenta simplificada y la comprobación será por muestreo”