Por la boca… Sánchez está rodeado de daños colaterales

Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, en el Consejo de Ministros del estado de alarma.
Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, en el Consejo de Ministros del estado de alarma.

Son daños colaterales que el mismo Sánchez se ha agenciado pero, como los sufrimos todos, todos tenemos derecho a lamentarnos del ¡ay! en que nos tienen los dichosos daños que son otra plaga no menos dolorosa.

Con esto del mando único, el responsable del caos de la gestión del Gobierno –de toda la gestión, en todas las áreas y no solamente en el ámbito de la pandemia- es Sánchez, pero lo cierto es que está rodeado de daños colaterales en forma de ministros, de vicepresidentes, de expertos y hasta de “fontaneros”.

Bien es verdad que son daños colaterales que él mismo se ha agenciado pero, como los sufrimos todos, todos tenemos derecho a lamentarnos del ¡ay! En que nos tienen los dichosos daños que son otra plaga no menos dolorosa.

Los más dañinos en eso de la colateralidad, de momento, son Illa y Simón que, mentiras aparte, no han dado una desde mucho antes de que decidieran que sí, que teníamos al coronavirus encima. Decisión que tomaron con un evidente retraso y que es una de las causas del enorme daño, este no colateral, que está sufriendo la sociedad española.

Cada uno en su estilo, lloroso y filosóficamente fúnebre el uno y de suficiencia pseudocientífica el otro, nos traen y nos llevan, cambian las cifras, cuentan historias para no dormir, se justifican, nos traspasan los timos que ellos protagonizan en los mercados, se sacan empresas e intermediarios de la manga y no es que dobleguen la famosa curva, es que la retuercen para que las cifras sean menos alarmantes. Y cuando esas cifras son mínimamente esperanzadoras, se apresuran a sacar pecho, cuando lo que tendrían que hacer era meter y hasta esconder toda la caja torácica.

Pero alrededor de Sánchez pululan más daños colaterales. Iglesias, Marlaska, Celaá, Delgado, Garzón, Tezanos, Díaz, las Montero, González, Redondo, Ábalos, Duque y cerrando el cortejo un tal Castells que es casi tan desconocido como los expertos.

Cada uno, desde sus respectivas y lucrativas áreas de competencia, monta su particular caos y contribuye denodadamente al conjunto de los daños a los españoles. Y la economía se hunde, y el consumo se resquebraja, y la justicia se atasca, y eso del bienestar se aleja, y la enseñanza se desmorona, y las cuestiones de orden van manga por hombro, y los servidores del orden no saben, a qué atenerse, y los sanitarios siguen sin protección, y la investigación permanece inédita, y la movilidad es risible, y lo del desescalonamiento una verbena.

Pero mientras a los niños y a las niñas se les pida perdón y se les permita saltar por las calles, como si fueran canguros, con su pelota y su patinete, hay que estar muy tranquilos porque, como nadie se va a quedar atrás, a los que no tengan pelota o no tengan patinete, el gobierno de progreso socialcomunista les proporcionará pelota y patinete, dentro del plan de un mínimo instrumento lúdico vital para todos.

Además, a Sánchez le tenemos siempre a nuestra disposición y la seguridad que da verle todos los sábados en nuestras pantallas arrullando nuestros sueños, es de un sopor impagable.

 

Porque ahora que todos tenemos que ser solidarios, a lo mejor el que aguantemos sus peroratas televisivas, sirve para aliviarle los sufrimientos y los insomnios de los daños colaterales que sufre.

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato