Por la boca…España es lo único importante

Aunque los fines de semana dan para mucho, a veces y sobre todo a algunos, les pueden saber a poco. A poco le pudieron saber a Rodríguez Zapatero las alabanzas, lisonjas, ditirambos, piropos, cumplidos, requiebros y todo tipo de bendiciones e inciensos que salieron de Zaragoza. Y a poco pudieron saberles a los halagadores las horas de la convención socialista. Y es que no hay como ponerse con algo de fiebre y en peligro de pulmonía política para que a uno le ensalcen.

Lo que ocurre es que la fiebre persiste y la pulmonía puede estar al caer. El problema de Rodríguez Zapatero es que si ahora dice que se marcha y que no se presenta a las próximas elecciones generales es como si hubiera dimitido sin marcharse, y entonces se convierte en presidente interino durante casi año y medio y eso debe de resultar muy duro.

Si el pasado fin de semana fue Mariano Rajoy el ‘besador’ y el besado, este último el ‘osculeado’ ha sido el presidente del Gobierno y, entre beso y beso, nadie se ha ahorrado unas palabras más o menos rimbombantes.

El propio Zapatero, casi en una nube,  dijo claramente que ‘lo importante es el futuro de España y no el partido’.  Sin tener en cuenta que eso se le podía haber ocurrido hace dos o tres años, lo cierto es que el futuro de España, hoy por hoy y mientras no se demuestre lo contrario, está ligado al de un partido político y que la descomposición de ese partido y de sus líderes tiene que ver mucho con el porvenir que nos espera a todos. Intentar separar  a estas alturas  el Gobierno y la acción de gobierno del partido que lo sustenta porque ganó las últimas elecciones es, simplemente, una falacia o pura demagogia.

En la sucesión de hagiógrafos que tomaron la palabra para ensalzar las virtudes del líder faltaron pocos. Si acaso, hay que destacar que Blanco y Rubalcaba estuvieron -aunque casi no estuvieran- reservones. Uno porque se le puede ir el porvenir y otro por el porvenir que se le puede venir encima, dicen sin decir, insinúan sin afirmar y niegan sin convicción.

Montilla se ‘gusta’ con un razonamiento impecable que firmaría el mismísimo Descartes -que no se sabe si hablaba o no hablaba catalán- :’Lo que haya decidido el presidente lo comunicará cuando lo crea pertinente’. Y es que hay políticos a los que el cerebro no les cabe en la caja craneal.

Y luego José Antonio Griñán, aquel que afirmaba rotundo que hay que decir sí o no ahora, pues va y se suelta el pelo: ‘No hay ningún debate sucesorio en el partido; lo hay en los medios’. Este hombre, si no fuera de natural agnóstico y descreído hubiera terminado la frase con aquello de ‘palabrita del Niño Jesús’.

Y Francesc Antich: ‘No hay que distraer a los ciudadanos abordando ahora el debate sucesorio’. Y los estrategas que se responsabilizan del asunto de la opinión pública del Partido Socialista sin enterarse de que ‘no hay que distraer a los ciudadanos’.

Y por último, que no el menos entregado a la causa, Gaspar Zarrías. Ese todoterreno de Andalucía y de donde se tercie, siempre en posición de saludo ante Manuel Chaves, que nos dice que: ’El PSOE trabajará para que Zapatero renueve la confianza de los ciudadanos’. Seguro que quiso decir ‘para que los ciudadanos renueven su confianza en Zapatero’ pero ya se sabe que lleva muchos años al lado de Chaves y todo se pega.

 

El que puso la guinda fue Marcelino Iglesias, que desde que simultanea cargos parece que vive en Calatayud y se dedica a cantar jotas. Esta vez la jota iba de piedras: ‘Respetamos tus tiempos, tendrás un apoyo rocoso’, le dijo a Zapatero.

Mira que si ahora se lían a pedradas…

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato