Por la boca…Un equipo sin rumbo

Ni los más antiguos del lugar conocen lo que es ir a ver al Real Madrid al estadio Santiago Bernabéu, con la Liga perdida antes de acabar la primera vuelta de la competición. Pero hay que estar tranquilos, el 'divino portugués' siempre perdona a la afición que le paga y afirma magnánimo: 'es normal que me piten'. Pues aunque Mourinho lo diga, nada de lo que está pasando en la entidad blanca es normal, empezando –y acabando- por la entrega absoluta de responsabilidades de quien tiene que ejercerlas por encima de cualquier miembro del club.

Ni el fútbol del equipo, ni los fichajes, ni la situación interna pueden calificarse de normales.

El asunto de Iker Casillas y su supuesta –supuesta por artificial – suplencia es sólo un ejemplo más de lo que ocurre en el Real Madrid. Si es cierto lo de la 'decisión técnica', es un despropósito técnico. Cierto que Casillas no está atravesando su mejor momento pero, aun así, su calibre de guardameta es incomparablemente mayor que el de Antonio Adán. La afirmación anterior no supone la más mínima falta de respeto para el guardameta que lleva más de 16 años en el Real Madrid, y que es el primero en saber y aceptar que siempre será el suplente de Iker Casillas. Casos como este –más en porteros- se han dado, se dan y se seguirán dando en todos los equipos de fútbol del mundo.

Hablar –a estas alturas- de 'motivar a Casillas' es la mayor tontería que se le puede ocurrir anadie y si de aburguesamiento se trata, nadie más aburguesado que el propio Mourinho al que parece que cada vez se le ocurren menos cosas para levantar un equipo hundido. Minuto 30 del segundo tiempo, Higuaín por Benzema, o viceversa; Callejón por Di María o viceversa y, para ganar tiempo, en el propio Bernabéu y con la grada pidiendo la hora, Modric por Ozil. Y poco más. Si eso no es aburguesamiento, que venga Dios y lo vea.

Pero parece que se trata de un castigo que pretende ser ejemplarizante. El ejemplo consiste simplemente en decir, aquí mando yo, y poco más. Si es un castigo se queda en la mitad. Cualquier portero puede lesionarse en el transcurso de un partido o jugarse la expulsión en una salida a la desesperada. En ese caso, el castigo del pretendido suplente se queda en el más espantoso de los ridículos para el castigador.

Un entrenador menos 'aburguesado' que Mourinho, hubiera llevado el castigo a sus últimas consecuencias y en el banquillo estaría el tercer portero de la plantilla. Al castigado ni se le convoca. Pero para eso hay que tener...un poco menos de aburguesamiento.

Mientras, en el campo y en el vestuario hay dos porteros nerviosos que no saben a qué atenerse. El uno se siente poco respetado y el otro, seguramente, injustamente tratado. La motivación de Iker Casillas cuando se puso bajo los palos a esperar el disparo de Xabi Prieto, desde el punto de penalti, debió ser como para enmarcarla.

Lo que ignora la afición, son las motivaciones, el aburguesamiento o los nervios de quien –aunque no lo parezca- en el Real Madrid manda más que Mourinho. ¿O no?

 
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato