El cartero (Montoro) escribe varias veces

El ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, se ha puesto serio y le ha faltado tiempo para escribir cartas conminatorias a las autonomías incumplidoras del déficit, derrochadoras y con las cuentas 'flojonas' que diría la OCDE. Cartas serias, amenazantes, poniendo las cosas en su sitio. ¡Hasta ahí podríamos llegar!

Y es que en estas cosas hay que ponerse serios y si no, que se lo pregunten a Angela Merkel que, a base de escribir a Rajoy cartas conminatorias sobre el déficit, ha vuelto a ser elegida por una mayoría aplastante para dirigir los destinos de la democracia cristiana alemana.

Los datos del ministro de Hacienda en relación al déficit y más concretamente a lo que a las autonomías se refiere son, cuando menos, confusos. Al final no se sabe si han gastado de más o de menos, si van bien o van mal, si Navarra tiene otro calendario o si Cataluña se ha levantado de la mesa del déficit.

Sin ir más lejos nos informan de que las autonomías han acabado sus cuentas de julio, agosto y septiembre con un déficit del 0,93% del Producto Interior Bruto, equivalente a 9.790 millones de euros, todo ello una vez que han sido contabilizados los anticipos que les ha proporcionado el Estado. Ese 0,90% hay que juzgarlo en relación al déficit del mismo trimestre del pasado año que fue el 2,20%. Más claro, imposible.

Ya con estas cifras se queda uno muy tranquilo y respira hondo al darse cuenta de lo bien que en España se cumplen las directrices de la señora Merkel y, además, las cifras ya no son tan 'flojonas', que diría nuestro admirado Ángel Gurría...

El que sí se muestra 'flojón' es Mariano Rajoy. Todos nos acordamos de aquellas altisonantes declaraciones que hacían los alcaldes y presidentes autonómicos –todo hay que decirlo, encabezados por Dolores de Cospedal- en relación a la reducción de concejales, de consejeros, de representantes en los parlamentos autonómicos, de edificios, de empresas públicas... Aquello costó muchas lágrimas a nuestra sufrida 'clase política'. Pues bien, parece que los sufridos se han plantado y de momento la cosa está más bien parada. Y es que dejar en el paro a nuestra sufrida 'clase política' debe de ser duro. Y más reducirles el sueldo y quitarles la empresilla pública y el despacho, y los teléfonos y el iPad y los viajes en primera.

Lo que pasa es que Montoro no ha debido de tener tiempo de escribir cartas conminatorias a quienes se resisten a dejar la poltrona, a bajarse el sueldo y a cerrar el chiringuito.

Y a Rajoy le han tocado el corazón y le han dicho que 'res de res', que diría la consejera de la 'espantá' frente al ministro Wert.

Y Rajoy se ha dejado ganar por el corazón, y ya se sabe que el corazón es el punto débil de nuestra sufrida 'clase política', que diría Angela Merkel.

 
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