Lo que dicen los votantes
En su afán por justificar –algunos injustificables- los pactos que se están llevando a cabo, los políticos han encontrado un recurso fácil aludiendo a lo que, según ellos, pidieron los votantes en las urnas en relación a cuál era su deseo para la nueva etapa política que se ventilaba en los pasados comicios autonómicos y municipales.
‘Los ciudadanos nos han dicho claramente que quieren acabar con el bipartidismo’. ‘Las elecciones muestran, sin lugar a dudas, que los españoles nos mandan pactar y que no quieren mayorías absolutas’. ‘Los votantes han dicho, con toda evidencia, que quieren gobiernos de izquierdas’…Y así se suceden una serie de tópicos y de afirmaciones que tienen poca base real.
Mientras no se demuestre lo contrario, el voto es un acto individual, un ciudadano un voto. Quien se inclina por uno u otro partido, lo hace porque quiere que gane ese partido, que gobierne ese partido y que, ese partido, pueda llevar a cabo las políticas que ha diseñado en sus programas y en sus estrategias. Nadie podría imaginar al español medio depositando su voto para acabar con el bipartidismo, porque no vote a alguno de los dos grandes partidos; ni que vaya a votar a una alternativa de centro, para no dar su voto a la derecha y que pueda gobernar la izquierda. Quien quiere que gobierne la derecha vota a la derecha y quien quiere que gobierne la izquierda vota a la izquierda.
Ese galimatías está lejos del ciudadano de a pie que, en solitario, no en grupo, se enfrenta a la urna. Los cálculos de estrategias en el votante son simplemente absurdos. Cada uno vota la opción que prefiere sin tener en cuenta pactos posteriores, alianzas y posibilidades remotas en ese instante.
Con esto de lo ‘que nos han mandado los ciudadanos’, pasa como con las salidas por carretera en las fechas señaladas de desplazamientos masivos. Hay que salir escalonados, nos aconsejan. Pero a nadie se le ocurre ir a casa de los vecinos a preguntar a qué hora van a salir a la carretera para hacerlo antes o después.
Lo único que ‘manda’ el ciudadano con su voto, con su único voto, es que quiere que gane y que gobierne la formación por la que se ha decidido.
El resto, baratas, además de coartadas son monsergas.
