Por fin tenemos democracia y vivimos en libertad

Tenía que llegar un mesías que restituyera a los españoles la libertad, la democracia y la plenitud de derechos ciudadanos y ese prócer no es otro que Pedro Sánchez y su hazaña serrana del Valle de los Caídos.

Ahora sí. 

Ni la transición, ni el referéndum para la reforma política, ni la Constitución, ni todos los gobiernos que han sido, ni ayuntamientos, ni autonomías, ni Senado ni Congreso, ni nuestras presencias internacionales, ni la Monarquía, ni la abdicación de Juan Carlos I, ni la proclamación de Felipe VI; ni siquiera la última moción de censura, ni las elecciones… nada de eso, ninguno de esos hombres, acontecimientos o instituciones lo había conseguido.

Tenía que llegar un mesías que restituyera a los españoles la libertad, la democracia y la plenitud de derechos ciudadanos y ese prócer no es otro que Pedro Sánchez y su hazaña serrana del Valle de los Caídos.

Ahora sí.

Se ha cerrado el círculo  y por fin somos demócratas, libres, europeos y hasta progresistas, pura y simplemente porque el libertador ha exhumado y trasladado los restos de un dictador que llevaba más de 40 años enterrado.

Y todo por obra y gracia de Pedro Sánchez.

El Rey Juan Carlos, Torcuato Fernández Miranda, Adolfo Suárez, Felipe González, Nicolás Redondo, Santiago Carrillo, Marcelino Camacho, Josep Tarradellas, Alfonso Guerra, Gabriel Cisneros, Jordi Solé Tura, Manuel Fraga, Gregorio Peces Barba, Miguel  Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez Llorca Miguel Roca...senadores y diputados, ministros y alcaldes, periodistas y ciudadanos… ninguno tenía ni idea de lo que era la verdadera democracia, la libertad y el progreso hasta que vino Pedro Sánchez.

Ahora sí.

Y podemos ir con orgullo a las Naciones Unidas y a la Unión Europea y proclamar ante el mundo que España puede codearse con las naciones libres y democráticas.

Pero a lo mejor a alguien se  le ocurre pensar que quizás sea algo pobre la democracia que se tiene que sustentar sobre la exhumación de un cadáver enterrado hace más de 40 años.

Ahora sí. Y antes ¿qué?