El indigente político

Cuando un dirigente político tiene todo el poder en la mano, el poder en su partido, el poder en el Gobierno, el poder en el Legislativo y hasta el poder en el Judicial y negocia en secreto, lo único que demuestra es su indigencia política.

José Luis Rodríguez Zapatero, cuando llegó a la presidencia del Gobierno, fue calificado por muchos como ‘la nada’ más absoluta. Su trayectoria como parlamentario era desconocida y ni siquiera en su León de adopción era un político relevante. Llegó a la Secretaria General del PSOE a través de pactos con facciones del partido, derrotó a Bono por muy poco y –sin comerlo ni beberlo- se encontró con todo el poder en las manos.

Con todo el poder en su despacho, ‘la nada’ empezó a hacer cosas y a tomar decisiones. Firmó pagarés políticos que al poco tiempo le ponían cobro; negoció con unos; hizo apaños con otros e hipotecó a los más. La crisis económica le pilló con el paso cambiado y continúa con los parches y las chapuzas.

La última ha sido la negociación secreta con dos autonomías presididas por socialistas. Uno, el presidente catalán, ex ministro del propio Zapatero y otro, el andaluz, presidente de su partido. Por eso cuesta mucho que la opinión pública no piense que todo está pactado y bien pactado, que la financiación de Cataluña está más que entregada y que Andalucía no va a ser menos. Lo otro, son bambalinas para que Montilla y Chaves puedan salvar la cara en sus respectivas autonomías y no dar la sensación de que todo se ha cocido en Madrid, sin luz y sin taquígrafos, que se trata de un arreglo del PSOE y que los intereses electorales y electoreros priman sobre todo lo demás.

Ahora hay que vender la manta agujereada al resto de las autonomías. Vendrán sus presidentes a La Moncloa y se hará la comedia con los del PSOE y se tratará de engañar a los del PP, pero la negociación, secreta y brumosa, de este fin de semana va a pesar como una losa sobre cualquier conversación.

¿Era necesario que el presidente del Gobierno abriera otro frente de agravios entre autonomías? ¿serán rentables esa especie de pelea o los rifirrafes, más o menos fingidos, con catalanes y andaluces? Posiblemente lo sean en el cortoplacismo en el que siempre se instala Rodríguez Zapatero, pero es una muestra más de su indigencia política, de su falta de recursos, de la ausencia de proyecto, del parcheo constante y del único interés que le guía que es el ‘como sea’ y el salir del paso.

Ahora hay que aprobar la financiación antes de fin de año, como sea y asegurando lealtades electorales. Si al mismo tiempo hay que cubrir las espaldas de Montilla frente a las exigencias de sus socios del tripartito, se hace y si hay que asegurar a Chaaves otra legislatura más, se pacta lo que haga falta. Después, los otros irán tragando.

Acciones, todas ellas, propias de un indigente político.

 
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato