... Y parió la abuela

Se trata sólo de una frase hecha. Hay que decir que no tiene la menor connotación biológica. Doña María Teresa Fernández de la Vega ha parido. Pero no de parir, sino de parida. La gente del Gobierno socialista es muy dada a esto de la parida. Es evidente que deberían usar una especie de preservativo mental que evitara "embarazosas situaciones no deseadas". Dice la Vicepresidenta del Gobierno de Rodríguez Zapatero que los jueces y los curas son tenebrosos. Además de las paridas, estos políticos nuestros son muy dados al adjetivo y al adjetivo terminado en "oso". Tenebroso, casposo, mentiroso, penoso, etc. etc. Lo de los curas viene de largo y lo de los jueces, sin ser nuevo, resulta chocante más si se tiene en cuenta que son del gremio de la Sra. Férnandez de la Vega, aunque fuera por la puerta de atrás de la profesión. Todo hace sospechar que la Vicepresidenta, además de cubrir las vergüenzas dialécticas de algunos ministros, en su calidad de portavoz, tiene que salir de vez en cuando a la palestra para lanzar ideas que planteen polémica e incluso puedan distraer al personal de otras "cosillas". Algo así ha pasado con "la norma de buen gobierno para el Gobierno". La lanzó la señora Vicepresidenta en la conferencia de prensa posterior al consejo de Ministros, con una especie de "ahí queda eso" y ahí quedó. Unos dicen que es propaganda, otros que es la nada, otros que el puro vacío, pero lo cierto es que se habla de una iniciativa más. A uno le parece que es, pura y simplemente, una glosa de las leyes vigentes, que no permiten, en principio, a los ministros, como a cualquier hijo de vecino, ni robar, ni matar, ni escupir en el suelo, ni fumar en los vagones, ni cantar en las tabernas. Pero si en la tradición jurídica española existieron los "postglosadores", ¿por qué el Gobierno no va a poder "postglosar" la legislación vigente? Más dudas entraña eso de la "ostentación del cargo". ¿Qué quiere decir?; ¿van a ser ministros pero poquito, como sin molestar?; ¿no van a ir en coche oficial?; ¿van a ir sin escoltas?; ¿van a hacer cola en las taquillas del metro?; ¿van a ir a los toros -siempre que se lo permita Carod- andando? Hay que aclarar muchas cosas. Y luego lo de los tratamientos, que ya ha dicho mi admirado Antonio Burgos que eso de la excelencia no se lo creían ni ellos mimos. En fin, un parto en toda regla, una parida, varias paridas monumentales que ya ni extrañan ni ofenden. Pero fastidian.

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato