El rescoldo político de la ETA
Perdidos entre la hojarasca de las cartas de la ETA, de sus comunicados, de su disolución e incluso de los loables afanes por esclarecer asesinatos y buscar y encarcelar a los culpables -siendo eso mucho, e ineludible- se corre el peligro de olvidar que la desaparición de la ETA terrorista, no implica la de sus herederos políticos que, además, ya están instalados en las instituciones.
Si no se tiene en cuenta a los herederos políticos de la ETA con el mismo afán con el que se ha luchado contra los terroristas hasta derrotarlos, se habrá acabado con los asesinos pero hay que saber que los objetivos que los alimentaron siguen siendo los mismos.
Hay afán por hablar de lo evidente de la derrota. Hay interés porque los asesinos pidan perdón y hay un deseo explicable de demostrar que no habrá concesiones. Pero todo eso está referido a los terroristas, a una banda que asesinó de forma miserable y que ahora, visto el fracaso de las bombas para imponer sus objetivos, intenta lograr sus fines por el camino de ‘normalizarse’ en lo político.
En la vida política de Euskadi y de Navarra, ya están instalados los herederos de la ETA y, lo que es peor, en ciertos sectores de la sociedad, su herencia ideológica, su odio a España y a quienes la representan, su afán de independencia y su lucha contra la ‘ocupación y la represión’, está más que arraigada.
Es ahí donde, ahora, hay que poner el foco, mientras, por supuesto, no se `desenfoca’ el hecho de que sigue habiendo asesinos que no están en prisión, que hay atentados criminales que siguen sin esclarecerse y que- faltaría más- la renuncia a las bombas e incluso la disolución, en ningún caso deben reportar el menor beneficio a los terroristas..
Por eso, preocupa que un ex lehendakari hable de política penitenciaria ‘sin plazos y discreta’.
Y preocupa que el presidente del Gobierno hable, una vez más, de que todo se hará dentro de la ley. Y preocupa, porque dentro de la ley, se pueden hacer muchas cosas en política penitenciaria.
Que alguien deje de matar siempre es una buena noticia, pero habrá que estar atentos a los herederos.
