Sánchez es el único responsable de formar Gobierno

Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa.

Si Sánchez gobierna con la ayuda de comunistas, separatistas y proetarras, será el único responsable. Pretender echar la culpa de esos posibles apoyos a quienes desde la oposición no faciliten su investidura, es una pura falacia.

Como acostumbra, Pedro Sánchez ha ordenado a su peón de confianza -el muy taurino José Luís Ábalos- parar de salida al toro de la investidura. Y la afirmación ha sido rotunda cuando dice que los responsables de un gobierno con separatistas, populistas/comunistas y los valedores de la ETA, serán, en todo caso, quienes desde la derecha no facilitan su llegada a La Moncloa.

Pero no es verdad. Quien ganó las elecciones, fue Sánchez. Quien afirma que el único que puede gobernar es el Partido Socialista, es Sánchez y quien ha aceptado el encargo constitucional del Rey, es Sánchez.

Por supuesto que puede pactar su investidura con quien le parezca y gobernar con quienes estime más oportuno, pero lo que no es de recibo es justificar ciertas alianzas y ciertos apoyos en la negativa de sus opositores a facilitarle el poder.

Si Sánchez gobierna con los escaños de comunistas, separatistas y proetarras, será el único responsable. Pretender culpabilizar de esos posibles apoyos a quienes desde la oposición no faciliten su investidura, es una pura falacia.

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Se trata de ejercer una responsabilidad que le han dado las urnas, aunque el número de sus escaños sea claramente insuficiente y una responsabilidad que ha contraído al aceptar el encargo de manos del Rey.

En una democracia normal como, al parecer, es la nuestra -más para quien habla de regeneración, de transparencia y normalización en la vida pública y de honradez en las actuaciones de los políticos- la solución no es demasiado difícil: acude uno a La Zarzuela y, como yo no estoy dispuesto a gobernar con apoyos para mí indeseables y dado que la derecha no me facilita la investidura, declino el encargo y o se convocan elecciones o bien se llama a otro miembro del partido que ha ganado los comicios y que tenga más posibilidades de entendimiento con la oposición.

Hay ejemplos, en la geografía y en el tiempo, no demasiado lejanos.