El truco de consultar a las bases
Los trucos es lo que tienen, que a fuerza de repetirlos una y otra vez, los espectadores acaban descubriéndolos y abuchean al prestidigitador que pretendía engañar.
Los políticos y los partidos que se pasan día y noche consultando a las bases, proponiendo referendos, montando elecciones primarias y a los que se le llena la boca hablando de la ‘inmensa mayoría de los españoles’ y de lo que quieren los ciudadanos y las ciudadanas, se han puesto al descubierto con el asunto de la prisión permanente revisable.
Se les ha visto el plumero. Un plumero sucio, con barro, asqueroso y mal oliente. Y es natural que con ese plumero a la vista, no se hayan atrevido a dar la cara ante padres que, por única credencial, llevaban encima a sus hijos asesinados.
Son los que piden primarias para fingir democracia.
Los que dicen hablar en nombre de la gente.
Los que pretenden monopolizar la opinión pública.
Los que intentan decirnos lo que tenemos que pensar.
Los que arrastran ideologías rancias y fracasadas
Los expertos en pancartas y en manifestaciones callejeras.
Los que dan lecciones de honradez.
Los que estigmatizan a los que opinan distinto.
Los demagogos.
Los populistas.
Y los que van arrastrados y llevados del ronzal por esos populistas y por esos demagogos…
Ahora, hacen caso omiso de millones de firmas. Esas firmas y esos firmantes ante los que babean en campañas electorales, mendigando un escaño.
Son quienes legislan, quienes pontifican, quienes predican ‘verdades’ falsas y quienes se arrogan liderazgos huecos y fraudulentos
Y todo con total ausencia de razonamientos jurídicos mínimamente solventes y de reflexiones penales y procesales de cierta consistencia.
Ahora, a muchos ciudadanos, les toca mirar el plumero que ha quedado tan a la vista y abuchear a los prestidigitadores de pacotilla.
Porque ahora, ni bases, ni consulta.
