Un Gobierno con una única voz

Ya no hace falta remendar agujeros ni zurcir rasgones, porque hay una única voz, un único gobierno, una única ideología y una única voluntad en la toma de decisiones.

Cuando se formó el Gobierno de coalición y, a la vista de los coaligados, la gran inquietud de los españoles era la sospecha de que íbamos a “disfrutar” de dos gobiernos, de dos ideologías de dos formas de gobernar, de dos objetivos en la acción del ejecutivo y, por supuesto, de dos voces distintas.

Los jefes de la coalición se apresuraron a afirmar que sería un único gobierno, con una única voz y con objetivos y acciones conjuntas.

Y desde los abrazos, los aplausos, las sonrisas cómplices, las excursiones campestres y las alusiones al “compañero ministro”, todo era buena sintonía. Y los desmentidos se parcheaban y los rotos de las declaraciones encontradas se recosían y zurcían, aunque los agoreros de siempre seguían hablando de dos gobiernos en uno.

Pero eran solo bulos y noticias falsas.

Porque lo cierto es que los que así opinaban se han equivocado de medio a medio y ahora, con la crisis de la pandemia, se ha demostrado y se demuestra cada día y en cada toma de decisión del Gobierno, la completa unidad, la existencia de una sola voz, de un objetivo único y de una línea unitaria; de un Gobierno fuerte que toma sus decisiones al unísono y sin la menor fisura.

Y ya no hace falta remendar agujeros ni zurcir rasgones, porque hay una única voz, un único gobierno, una única ideología y una única voluntad en la toma de decisiones.

Es la voz, la voluntad y la ideología de uno, solamente uno, de los jefes de la coalición.

Lo que pasa es que esa voz única, esa voluntad sin fisuras y esa ideología inequívoca, no es la del presidente del Gobierno.