Zapatero es el relator ideal
Se despachan sentencias a la medida e indultos al peso, colocados en el escaparate del supermercado político que, acá de los mares y allende los mares, ha creado Rodríguez Zapatero.
Entre viaje y viaje a Venezuela, José Luís Rodríguez Zapatero que, como los coches viejos que están bajos de batería, siempre ha sido un político de luces cortas -o si se quiere escasito de luces- tercia en el asunto catalán y vocea, desde la información privilegiada que aún le quede como antiguo presidente del Gobierno, para ilustrar a los jueces del Tribunal Supremo sobre cómo tiene que ser la sentencia que se espera sobre los sucesos ocurridos en Cataluña y al propio Gobierno de España para que se vaya preparando a estudiar el posible indulto a los presuntos golpistas.
Como las luces son cortas y los muchos viajes le tienen despistado, es muy posible que al ex presidente se le cruzasen los cables y pensase que estaba en una emisora chavista opinando sobre los aconteceres de la Venezuela de Maduro y dice lo que hubiera dicho el propio jefe de la revolución bolivariana, en relación a alguna de sus acciones en defensa de la libertad del pueblo y frente a los ataques de vecinos indeseables.
O sea, se despachan sentencias a la medida e indultos al peso, colocados en el escaparate del supermercado político que acá de los mares y allende los mares ha creado Rodríguez Zapatero.
Después, como era de esperar, ha llegado la matización y, por supuesto, se trata de unas declaraciones que han sido mal interpretadas. Y como en todos los supermercados, en el supermercado que ha instalado Rodríguez Zapatero, hay ofertas y reclamos que casi siempre hacen picar a los incautos.
En este caso, la oferta hasta puede tener cierta trascendencia para la hipotética investidura de Pedro Sánchez pero, aunque así no fuera, siempre es una buena razón para que algunos se acerquen a las estanterías del supermercado y llenen el carrito de indecencias políticas.
Igual Torra y sus compañeros mártires han encontrado el relator ideal para las negociaciones, de igual a igual, con el Gobierno de España.
Lo malo es que Pedro Sánchez, también haya descubierto al relator que estaba esperando.
