Francisco Rubira

El canon digital debe desaparecer

Primero en 1987 y luego en 1996, el gobierno socialista de Felipe González Márquez, creo una tasa para realizar copias privadas, es decir aparecía una tasa por la que a cambio de su pago se perfeccionaba el derecho a realizar copias privadas de cualquier tipo de obra con derechos de autor.

Este canon es injusto pues reconoce la impotencia de los órganos administrativos para combatir la piratería o copia ilegal de obras con derecho de autor y decide imponer una tasa sin valorar a priori la presunción de inocencia. Es algo así como la famosa ley de la patada en la puerta. Es decir, por si acaso pirateas te cobro la tasa, o dicho de otra manera, te cobro la tasa porque sabemos que vas a piratear.

Además es indiscriminado pues se aplica a todos los soportes independientemente del uso que se haga del soporte. Es decir, pago el canon, aunque vaya a utilizar el soporte, por ejemplo un cd o un dvd, para grabar unas imágenes de mi casa. No importa el uso que des al soporte. Siempre se pagará el canon.

Este canon con más de 33 años de antigüedad, es abusivo pues es gestionado por las llamadas entidades de gestión de derechos de autor. Estas entidades de gestión no son, ni han sido transparentes en los modelos de aplicación del pago a los autores por esta tasa. Además corremos el riesgo que este canon o algún otro, con objeto de dotar de contenido a la recién creada Comisión de propiedad intelectual, recaiga sobre la mencionada institución que algunos ya llaman la policía de Internet.

Este órgano colegiado, dependiente del Ministerio de Cultura que ejerce de funciones de mediación y arbitraje en todo lo referente a la propiedad intelectual, es el encargado de proponer el cierre de webs que incumplan la ley en esta materia. Pero eso es otro asunto.

Volviendo al Canon digital este canon lejos de conseguir su objetivo último, disminución de las tasas de pirateo de obras con derechos de autor, ha llevado a incrementar el “pirateo” indiscriminado pues implícitamente, el acto de pagar una tas, suponía copiar indiscriminadamente cualquier obra. Y por tanto sus efectos están siendo y han sido claramente nocivos para los autores y sus derechos de copia.

Ni que decir tiene que después de 33 años, el panorama digital, léase Internet, ha cambiado mucho en este país, y como muestra un botón, esta articulo nunca verá la luz en un soporte impreso y quedará almacenado en la “cyberteca” mundial de la información.

Por último corremos el riesgo que con el afán recaudatorio de las entidades de gestión de derechos de autor, intenten que la pérdida que ahora sufren por no poder repercutir el canon sobre empresas y administración, intenten repercutirlo a las personas físicas, incrementando la tasa, indiscriminada, injusta y abusiva que ya vienen recaudando desde hace más de treinta años.

Esperamos que tampoco el actual Gobierno de Zapatero en aras del interés general, controle esta tasa directamente.

 

Sólo hay una solución: eliminarlo y hacerlo desaparecer, vía real decreto, o como mejor se considere, pero que desaparezca y se busquen medios justos y no abusivos para regular el derecho de copia.

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato