París en otoño (y V)

En París, para beber, no importa la temperatura. Ningún amante del champagne lo rechazaría nunca estando el primero caliente y el segundo frío, y lo dulce de un verano tan norteño hará aceptar a cualquier habitual una copa de tinto decente.

En España, las importaciones de vino francés pueden dividirse en tres categorías. Los champagnes, cada vez más demandados y consumidos –Deo gratias—, los tintos baratos –desconocidos, sobrantes en su patria— y los grandes nombres a precios de siempre.

Llegados a tal punto, nuestra (valga la redundancia) soñadora imaginación se sitúa voluntaria allende los Pirineos, anotando varias recomendaciones de vinos de fácil encuentro:

· Baron de Lestac (Bordeaux)

(Tinto. En venta las cosechas de 2007 y 2008)

(5€ aprox.)

Con una producción ingente y presencia en todos y cada uno de los puntos de venta de vino en Francia, Baron de Lestac es un vino sabroso, con mucho cuerpo pero extremadamente sedoso para su clase.

Como he dicho, se encuentra hasta en el último supermercado de Francia, lo que junto a su precio y carácter hacen de él un claro candidato a vino de diario. Además, marida con todo.

Esta versatilidad la corroboran también los distintos tamaños en que se comercializa: media botella, botella, magnum y ese invento tan poco elegante que es la caja-garrafa de tres litros con pitorro expendedor. En ella el vino dura varios días, y teniendo muchos invitados copa en mano es sin duda comodísimo.

 

 

· Château Haut-Rian (Premières Côtes de Bordeaux)

(Tinto. En venta las cosechas de 2007 y 2008)

(6€ aprox.)

Recomendación de Nicolas –único lugar en que lo he encontrado a la venta—, el Haut-Rian es un vino relativamente corriente. La etiqueta, sobria, al menos no produce el rechazo de tantos supuestos ‘Grand Vin de Bordeaux’, y el alcohol presente le pone la chispa a un vino que, sin salir de su nivel, resulta muy sabroso.

Bien maridado puede llegar a ser delicioso. Aconsejo acompañarlo de quesos fuertes y untuosos antes que con guisos, por la punta alcohólica y lo potente de su fruta.

· La Tour d’Argent (Bordeaux)

(Tinto. En venta la cosecha de 2007)

(9€)

De venta en la tienda del restaurante y en La Grande Epicerie, el burdeos de la casa del mítico Tour d’Argent es un vino que obliga a hablar en serio.

Fruto de buena vid –acidez controlada, alcohol desapercibido— y del trabajo del hombre –madera viejas integradas a la perfección— no acusa en nada su juventud ni tampoco su precio, insignificante para su calidad.

Su etiqueta podría confundirse de lejos con el Pauillac de Latour. El empaquetado (papel envolviendo la botella, bolsa del restaurante semirrígida con espacio exacto para ella) lo hacen perfecto como regalo o detalle para una cena. Pero con todo ello, la bondades de este vino no se quedan en el traje. Este es de los buenos.

· Château Haut-Bages Monpelou (Pauillac)

(Tinto. En venta, según establecimiento, las cosechas de 2001 y siguientes)

(18€ aprox.)

El Haut-Bages Monpelou es uno de esos reservas que los críticos franceses no citan nunca, uno no sabe muy bien por qué, ya que se trata de uno de los vinos de Émile Castéja, propietario del Château Batailley (5 ème cru classé), que vinifica este Monpelou en el propio Château Batailley.

En calidad, potencia y ensamblaje de madera y fruta es un equivalente a nuestro Imperial riojano, pero en Pauillac y al mismo precio. En su composición, que varía según la añada, suele predominar el Cabernet Sauvignon, mezclada con pequeñas proporciones de Merlot y bastante de Cabernet Franc, aunque haya años en los que la cantidad las tres se reparta casi en tercios iguales.

Es un vino con cuerpo, taninos pulidos y recuerdos clásicos de buena madera, cuero y algo de especias junto a una fruta madura pero viva. Pero lo más revelador de la cata es el claro potencia de envejecimiento que demuestra tras horas de aireación y su joven estructura.

Se puede decir sin miedo que pese a tener menos crianza que muchos reservas riojanos, se afinará mucho en los próximos diez años. De momento es fuerte de sabor, delicia a la que no hacemos asco alguno y que lo hace combinar a la perfección con todo tipo de quesos, foie gras o un buen tartar.

El lector podrá encontrarlo como ganga en Monoprix y como desconocida novedad en la magnífica carta de Le Train Bleu (en la Gare de Lyon, vid. París en otoño (III) o en L’Écluse, un bar à vins de buena cocina y altos precios que tiene varios locales en la ciudad.

· Heidsieck & Co. Monopole Blue Top

(Sin añada. 70% Pinot Noir, 20% Chardonnay, 10% Pinot Meunier)

(22€ aprox.)

Heidsieck & Co. es una casa fundada en Reims en 1785, que tras muchos avatares se encuentra instalada en la vecina Épernay y es propiedad del grupo Vranken.

La antigüedad de una bodega da muchas garantías cuando se habla de esta zona, como también lo hace que de ella se hayan escindido nombres tan reconocidos como Piper-Heidsieck o sobrinos de tan buen hacer como el Charles del mismo apellido.

Champagne que se vende por su precio y su etiqueta, sorprende que el ‘Blue Top’ siga siendo tan bueno un siglo después de ser proveedor de la Casa Imperial de Rusia. En realidad, como todo el mundo sabe, en la Rusia que todavía lo era se bebía un champagne mucho más azucarado que en Europa y en la actualidad.

Por ello es gozoso comprobar que, pese a ser éste un vino básico, la responsabilidad de las buenas casas no cambia con el tiempo. El que nos ocupa es un champagne joven, sabroso, muy seco y de buen aroma, con más regusto a catedral que a fruta ácida. Quizá sea eso lo que limita su largura, y lo que lo hace más aconsejable como aperitivo que como copa de noche.

Quizá sea el vino apropiado para acostumbrar a los paladares españoles, tan burgueses por dejar lo más caro para los postres y a la vez tan aficionados a los destilados por la noche, a darle al champagne el lugar que merece en el aperitivo.

Como anécdota reciente, el Monopole ‘Blue Top’ ha recibido 88 puntos de la revista Wine Spectator y, volviendo la vista hacia los almanaques del siglo pasado, dice mucho que Alfons Mucha pintara un anuncio tan famoso para este vino en 1901. Cartel, por cierto, que se sigue vendiendo en cualquier esquina de París.

Por la parte literaria es también reseñable que, entre otras obras, aparezca en L’homme de plaisir, novela escrita entre 1960 y 1961 por José Luis de Vilallonga:

“(…)

-          Ponme una copa, dijo Mario.

Fue una primera debilidad en su muralla de cristal. Laure rellenó la copa vacía. Él la bebió de un golpe.

Al cabo de un momento –apenas un minuto—, uno de sus ojos brillaría con un nuevo resplandor. Hablaría con otro tono. Con una voz más queda, sosteniendo por largo tiempo las sílabas de ciertas palabras. Como un actor. A la tercera copa, sus labios se contraerían. Ese sería el fin de aquella eterna media sonrisa. Laure lo conocía bien. Y detestaba cada signo de aquella metamorfosis.

-          Ven, siéntate.

La había cogido de la mano y tiraba de ella con demasiada fuerza hacia el sofá.

-          Espera…

Laure fue a buscar la cubitera en la que nadaban los cuartos de Heidsieck Monopole. Después se sentó. Escondiendo su mirada, tomó un cigarrillo del estuche colocado delante de ella sobre un velador. Mario le ofreció su mechero. Ella se inclinó, fascinada, sobre la mano temblorosa. Por un instante dejó de respirar. Jamás había podido borrar de su memoria la imagen de esa mano dura, con el reverso sembrado de pelo, tan perturbadora cuando reposaba como una fiera adormecida sobre la blancura de una sábana. Esa mano que tanto la había acariciado… (…)”

 

· Louis de Sacy Brut Grand Cru Rosé

(Sin añada. 90% Pinot Noir, 10% Pinot Meunier)

(39€ aprox.)

Manteniendo mi preferencia por el champagne blanco, he encontrado un rosado excepcional que satisfará a cualquier amante de los clásicos y gustará a todos los modernos del rosado.

Casa antigua también ésta de Sacy, sita en la localidad de Verzy, cuyas tierras son propiedad de la familia desde 1633. Todo el viñedo está catalogado como grand cru, una demostración más de que la región de Champagne no es sólo lo que nos ofrecen en El Corte Inglés.

Los 93 puntos de Wine Spectator (uno por encima del Roederer Cristal de 2002) lo pusieron hace poco en la onda del snobismo enológico internacional, aunque sigue contando con serios rivales entre los que destaca el Henriot Rosé, que siendo de añada ronda el mismo precio.

Pese a la dificultad de en contrarlo (en Madrid lo tienen en Bodegas Santa Cecilia), probarlo decidirá a más de uno. El aroma es profundísimo, picante y especiado, pero también con bollos y mantequillas… Y el sabor, larguísimo, es seco, tan lejos de esos rosados casi dulzones que engañan sobre su procedencia.

Vino que podría catalogarse como todoterreno, en su utilidad lleva implícita su grandeza. Es perfecto para acompañar desde un buen desayuno a una comida con pescados untuosos, una merienda de pasteles o, como decía Waugh, en tamaño magnum, entre dos amantes y sin haber probado aperitivo antes.

· Champagne Malard

(Brut, 20€)

(Blanc de Blancs Grand Cru, 22,50€)

(Brut Rosé, 26,50€)

(Brut Millésimé 2005, 30€)

Malard es una de esas casas que nos hacen olvidar las marcas típicas de champagne. Fundada en 1996 en Aÿ, el secreto de su calidad son las viñas grand cru y premier cru que componen el total de su producción.

El buen hacer de sus enólogos, la línea clásica y una buena cantidad de vino de reserva en sus mezclas hacen de toda la gama de Malard una referencia y, sobre todo, una opción inmejorable tanto para el aperitivo como para cualquier comida, aunque sea éste el error francés que equivalga al español de servir el champagne como vino de postre.

Su estructura y vinosidad lo hacen competir sin miedo con la gama básica de Collet, e incluso la de Roederer o Bollinger. Sus precios –que son probablemente su mejor publicidad— y su venta en cualquier Nicolas de Francia podrían hacer pensar que estamos ante un producto corriente, casi mediocre. La cata lo desmiente, atribuyendo su relación calidad precio a un ansia de ventas que de otro modo, y entre tantas nuevas casas desconocidas, serían muy complicadas.

 

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato