El otoño madrileño: Tres corridas y dos novilladas

Los empresarios no templan ni mandan ni se cabrean por el premio, como los toreros. Quienes regentan las plazas, responsables del mantenimiento y futuro de la afición -parte fundamental de la Fiesta como espectáculo- se asemejan en realidad al rey de esa Fiesta, el toro. Las empresas encargadas de confeccionar los carteles deben ser bravas desde el embarque, para arriesgar su dinero en un negocio y soportar las presiones de todos los frentes.

Las últimas empresas de la Monumental de Barcelona, culpables del prohibicionismo en régimen de comisión por omisión, debieran haberse sustituido hace ya tiempo por gentes con tanta casta como esos ganaderos que se juegan salud y patrimonio por mantener unos ideales. Unos ideales artísticos, por supuesto. Los más altos que el hombre puede tener, y que por poco comunes han sido siempre despreciados.

Los señores con mando en plaza deben, además, apretar en el caballo, negándose a permitir simulaciones en el trapío de los toros, castigando a las ganaderías con malos resultados y buscando incansablemente lo mejor del campo bravo.

En la muleta deben ser nobles y codiciosos. Deben tener el máximo respeto por los matadores –esos héroes del Arte— ser agradecidos con su buen toreo y exigirles siempre lo mejor, tanto en el ruedo como en la confección de los carteles, en función de la categoría y las circunstancias de cada uno.

Todo ello, con las dificultades añadidas que supone encabezar una plaza como la de Madrid, es una dura y complicada tarea. En este otoño de 2010, la empresa Taurodelta ha intentado dejar en un imposible olvido dos paupérrimas Ferias de San Isidro que dieron el resultado esperado. He aquí los carteles, cuya única salvedad es la faena –de tres avisos— que les hace a los novilleros de la escuela:

- Jueves 30 de septiembre. Novillos de José Luis Pereda-La Dehesilla para Cristian Escribano, Víctor Barrio y Damián Castaño.

Repite Víctor Barrio tras la magnífica impresión que dejó el pasado mes de Junio con los exigentes novillos de Rehuelga. Muchos de los que los que acudieron aquella tarde a Las Ventas por la ganadería anunciada volverán el último de Septiembre por ver a Barrio. Sin embargo, si con el ganado de Pereda creen hacerle un favor, están muy equivocados. La única esperanza es que, por tener tres años, se muevan más que sus mayores.

- Viernes 1 de octubre. Toros de Núñez del Cuvillo para El Cid, José María Manzanares y Alejandro Talavante.

Cartel estrella y, además, gran cartel. Croquetas, bravas, jabugo y queso. Además de bueno, venteño.

 

El Cid, recuperado tras apuntar en Sevilla y rematar en Madrid, ha pasado un verano de triunfos en esas plazas llamadas cómodas y que, las más de las veces, sirven para dar comodidad a los toreros en otras mayores. Manuel Jesús es un torero querido en Madrid no sólo por su toreo sino por sus triunfos, año a año, encaste a encaste, lo que justifica plenamente su inclusión en la que puede ser su gran tarde del año.

Lo de Manzanares es como que le prohíban a uno beber en su casa durante todo un año y de pronto aparezca su mujer con un Château Latour. Aquejado de una lesión de espalda, tuvo que pasar por quirófano tras la Feria de Abril, con la consiguiente vacante en la de San Isidro. Ahora –y aunque sólo sea una botella— ya tenemos a Manzanares en Madrid. Esta añada 2010, sin duda alguna, está siendo la mejor de José Mari.

A Talavante, irregular como un sondeo de intención de voto, se le recuerda más últimamente por los petardos que por los triunfos. A su gran triunfo sin espada en la “adolfada” de hace dos años hay que unir sus naturales a un complicado toro de El Ventorrillo en la corrida que iba a compartir con José Tomás el pasado Junio. De Alcalá para fuera, grandes tardes aquí y allá pero también demasiadas faenas apáticas. Madrid, su mecenas, la protectora que le vio nacer, lo espera siempre con la ilusión de aquella novillada de 2006.

Morante y El Juli, ejes de la temporada primaveral, han declinado venir. Como José Tomás, Perera y Castella han cortado la temporada, el primero por lo físico y el segundo por lo mental. Quien ponga pegas al cartel del Primero de Octubre deberá considerar la poca oferta con la que contaban los empresarios.

Álvaro Núñez, el ganadero de la tarde, insiste en que la bravura se mide en la muleta y no en el caballo. Como los toros sólo entienden de genes, tengamos fe en que además de venir tan bonitos como de costumbre, al menos den buen juego en el trapo.

- Sábado 2 de octubre. Toros de Torrealta para Juan Mora, Curro Díaz y Morenito de Aranda.

¡Por fin Torrealta! Unos dicen que era el precio y otros que Borja Prado no tenía toros para Madrid. El propio ganadero afirmó que no lidiaría en Bilbao por esta última razón. Al final envió dos deshechos de tienta como sobreros y ahora se presenta en Madrid.

Mucho jaleo trae la divisa de El Toñanejo. Como anuncio, es una alegría que venga. Es una de las divisas Domecq que aún conservan la bravura en su sangre, pero aun a riesgo de parecer un pesimista, me preocupa el reconocimiento.

En cuanto al plantel de matadores, vuelve Juan Mora con sus esperanzas y su torería –ambas excesivas—, Curro Díaz –otro divino protegido de Las Ventas, que no cuaja toros pero vuelve loca a la plaza en tres muletazos— y Morenito de Aranda, ese todavía gran desconocido que tanto tiene que ofrecer.

- Domingo 3 de octubre (matinal). Erales de Dehesa de Calvaches para Álvaro Montalvo, Fabio Castañeda y Luis Gerte.

- Domingo 3 de octubre. Toros de Puerto de San Lorenzo para Diego Urdiales, Alberto Aguilar que confirma alternativa, y Miguel Tendero.

Vuelve el Puerto de San Lorenzo tras una buena corrida en San Isidro y otra muy dura e interesante en Bilbao. También vuelve Urdiales, a quien todos salvo él preferiríamos ver con ganado difícil. La oportunidad, tras el error de matar los Parladé en San Isidro, es inmejorable.

Miguel Tendero, apoderado por la empresa, dio un gran ejemplo de torero maduro en su alternativa el año pasado. Ante un manso de esta misma ganadería (que mereció las banderillas negras) supo estar a la altura de un torero curtido. Desde entonces, sin embargo, poco se ha sabido de este joven matador.

Alberto Aguilar, otro desconocido del gran público, viene arreado por corridas duras. La tarde es cómoda, por cartel y ganado, pero conlleva una responsabilidad infinita.

Las entradas sueltas se pondrán a la venta en las taquillas de La Monumental a partir del viernes 24 de Septiembre.

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