Cábalas sobre Rita Barberá
Este viernes el ministro de Agricultura, Arias Cañete, estará en el balcón del Ayuntamiento de Valencia para presenciar la “mascletà”. Se especula con la posibilidad de que Arias Cañete encabece la lista del PP para las elecciones europeas, y quiere estar en las populares fiestas de Fallas en Valencia.
Se ha corrido el rumor de que Rita Barberá podría sustituir ahora a Arias Cañete al frente del Ministerio, y la propia Rita – siempre sin pelos en la lengua- ha contestado que hacía tiempo que no se reía tanto con semejante posibilidad, y que ella siempre ha querido ser alcaldesa de Valencia, y que se volverá a presentar en las elecciones municipales de 2015.
El “tirón” político de Barberá es evidente, y ofertas no le han faltado en estas décadas. Es alcaldesa de Valencia desde 1991, y es exhaustiva su reiteración de que no aspira a otro cargo.
La alcaldesa – calificada por Mariano Rajoy como la alcaldesa de España- es un activo indudable para el PP, lo ha sido y lo es, allí donde figure.
Rita Barberá ha tenido dos ocasiones de ser presidenta de la Generalitat Valenciana, y ha desechado esa posibilidad: la primera fue para sustituir a Eduardo Zaplana cuando marchó a Madrid como ministro de Trabajo, y la segunda cuando dimitió Francisco Camps. Hubiera bastado su “sí”, pero también se valoró que, siendo alcaldesa de Valencia, aporta muchos votos para la Generalitat.
Hay quienes piensan que la marcha de Rita Barberá, en estos momentos, sería una salida airosa para ella ante la hipótesis de que el PP pierda la Alcaldía del Ayuntamiento de Valencia en 2015, ella que siempre ha ganado todas las elecciones a las que se ha presentado. Y la marcha de Barberá, siempre según los rumores, despejaría el camino a Alberto Fabra, pues supondría acallar las voces de que la alcaldesa pueda sustituir a Fabra como candidato a presidente de la Generalitat Valenciana en las próximas elecciones.
Los actuales sondeos del PP apuntan que tanto el Ayuntamiento de Valencia como la Generalitat Valenciana, tras décadas, pueden pasar a manos distintas, a las de un tripartito de izquierdas encabezado por los socialistas valencianas.
Las cábalas sobre Rita Barberá han sido incalculables, y lo serán. Sin embargo, teniendo en cuenta las propias palabras de la alcaldesa y el panorama político incierto para el PP en tierras valencianas, no parece verosímil que Barberá cambie ahora de aires, pues siempre se ha sentido feliz en el cargo de alcaldesa de su ciudad natal. Como afirmó un colaborador suyo, hasta parece que es un cargo – el de alcaldesa- pensado para Rita, que está enamorada de Valencia, vibra y lucha sin tregua,
Además, teniendo en cuenta la personalidad de la alcaldesa, no le va abandonar el barco en momentos de tormenta. Tiene arrestos para ello. Y hasta puede ganar en 2015 de nuevo, lo cual es mucho más difícil si no es ella la candidata del PP, y eso lo sabe muy bien Rajoy.
Rita quiere seguir disfrutando de la pólvora y mascletàs de Valencia, aunque la pólvora a veces parezca mojada. Así es ella, y no cambiará de modo de ser, que todos – incluido Rajoy – saben y respetan.
