Engaños del aborto

            Todo apunta a que Pedro Arriola, el “gurú” del PP, ha dictado sentencia sobre el aborto, y según sus encuestas-sondeos-impresiones no le interesa electoralmente al Gobierno reformar el aborto, cuestión que – siempre según Arriola- también ha desgastado al Gobierno en estos tres años.

            El PP se presentó a las elecciones de 2011 con un programa en el que figuraba la reforma de la ley de Zapatero sobre el aborto (2010), que de hecho legalizó el aborto libre. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, desde el principio de la legislatura insistió en que se hiciera esa reforma prometida, pero una y otra vez se ha retrasado, tal vez bajo el argumento de que no había que abrir más frentes polémicos en la opinión pública, pues ya ha tenido bastantes Rajoy en estos años. Ruiz-Gallardón volvió a comprometerse en público y aseguró que este verano – que acaba en unos días- se llevaría a cabo la mencionada reforma, aprobada en forma de anteproyecto en Consejo de Ministros el pasado mes de diciembre. Pero ahora Arriola dice que no le interesa al PP electoralmente, y como es evidente desde el PSOE, Podemos y otros partidos han aplaudido esta rectificación del PP en su programa electoral y de gobierno.

            Mucho me temo que ya ha sido enterrada la reforma del aborto desde hace tiempo. Es fácil, para el lector que lo desee, seguir la historia a través de internet, de lo que se prometió, lo que ha ido afirmando el ministro de Justicia, y así comprobar un nuevo engaño en torno al aborto, esta vez por razones electorales, Arriola dixit.

            Pocas cuestiones como el aborto se han visto sujetas a sucesivos y variopintos engaños. Engaños científicos, jurídicos, morales  y electorales. La ciencia no deja lugar a dudas sobre la existencia de una vida humana en el vientre de la madre, y hasta la no-científica ministra socialista Bibiana Aído llegó a afirmar que reconocía que el feto “sin duda es un ser vivo humano”. Engaños jurídicos, porque se ha elaborado un falso derecho al aborto, cuando en realidad es un atentado contra la vida humana. Engaños morales, porque se pretende atribuir a la fe católica la postura contraria al aborto, cuando defender la vida del no-nacido es algo racional y no de fe: la fe sólo refuerza la razón. Y engaños electorales, porque se incluye en el programa del PP y se incumple invocando desgaste electoral.

            Mejor que no lo hubiera incluido el PP en su programa. Debería dimitir Pedro Arriola por jugar con el aborto. Y Ruiz-Gallardón se ha prestado al juego.

 
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