Fomentar la natalidad para salvar las pensiones

Rubalcaba nos tiene acostumbrados a los sofismas. El penúltimo ha sido cuando ha reprochado a Rajoy que reforme las pensiones si realmente prevé que la economía va a ir mejor en 2014. Es un planteamiento demagógico, porque lo que hay que resolver es la cobertura de las pensiones a medio y largo plazo, y eso no se resuelve con una mejoría de la economía en 2014 y y en lo sucesivo, porque es insuficiente.

En el debate sobre la reforma de las pensiones está muy presente el número de pensionistas que va a haber en España en 2020, 2040, 2050, pero ni se menciona la raíz que genera el problema del sostenimiento de las pensiones, reformadas o no. El problema es que, con los datos actuales de natalidad, no habrá relevo laboral dentro de unos años, y pensar que el recurso a los inmigrantes es una solución estable para un país es dilatar las soluciones. Los inmigrantes irán a los países que ofrezcan mejores condiciones laborales, entre los que tal vez no estemos en 2020 ni 2030.

España hemos de sacarla adelante los españoles. Y eso siempre requiere un relevo generacional, que aporte nuevos enfoques laborales, nuevas soluciones, nuevos retos. Si no hay gente joven, no hay relevo.

Es cierto que muchos jóvenes españoles ahora emigran buscando trabajo, pero también es cierto que la enseñanza que se les ha ofrecido no ha ido vinculada al mercado laboral.

Aunque estemos en tiempos de crisis, el problema moral de caída espectacular de la natalidad es también económico y laboral. Por eso, aunque tengamos escasos recursos, deben articularse medidas de fomento a la natalidad, también económicas. Bien sabemos que los políticos se centran en lo inmediato y casi todos rechazan un planteamiento a medio y largo plazo, pero lo que engrandece a un político es afrontar el medio y largo plazo, sin urnas por medio.

Ya que Rajoy ha aludido a la visión del medio y largo plazo en la reforma de las pensiones, debería ahondar en cómo fomentar la natalidad. Rajoy y los demás gobernantes, claro, y también la sociedad.

Una sociedad viva ha de tener relevo generacional. Si hay jóvenes, se puede vincular la enseñanza vinculada al mercado laboral. Con gente joven, habrá nuevos empresarios, se creará empleo. ¿O sólo aspiramos a convertir España en un país de ancianos y de recepción de turistas? No quiero que España sea un país para viejos.

 
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