Jugando al ping pong con Rajoy

Ha superado la audiencia que obtuvo Pedro Sánchez la semana pasada en un millón de telespectadores, lo cual puede deberse a una curiosidad española por conocer mejor al enigmático presidente del Gobierno, o también a la intención de voto. Curiosamente, la última encuesta que he conocido le da a Rajoy una diferencia de votos respecto al líder socialista que coincide con la diferencia de audiencia en el programa de Bertín Osborne.

Rajoy se mostró natural, aflorando una parte de su intimidad, que Bertín sabe extraer de todos los invitados. El presidente se mostró relajado, espontáneo, aunque en un gallego la espontaneidad puede estar cuidadosamente calculada. ¡Las horas que habrá dedicado a entrenarse al ping pong!

Que un político supere en audiencia a “famosos” entrevistados por Bertín ya es un dato a tener en cuenta. Indudablemente, la proximidad de las elecciones generales ayuda a entender el éxito de audiencia del programa, que – tal como me han comentado diversos espectadores – “puede darle bastantes votos”.

Algunas preguntas que Bertín Osborme formuló a Rajoy también las hizo. Por ejemplo, si un hijo “sale” partidario del otro partido: es curiosa la diferencia de la respuesta de Sánchez y la de Rajoy, abogando con humor el gallego que no pasa nada y que peor sería que le saliera de otro equipo de fútbol. Hizo gala de una tolerancia – que expresó haber aprendido de su padre -, que no manifestó Pedro Sánchez.

Eché en falta una pregunta por parte de Bertín, como la hizo a Pedro Sánchez: ¿qué aspecto positivo destacarías de Pedro Sánchez? Al líder del PSOE se la formuló, y su contestación – “afable en el corto” – coincide con la imagen que ha dado en el programa de TVE.

En el ping pong se vio a un Rajoy con unas preguntas muy preparadas. Honradamente, se podría haber ahorrado la de quién le había caído mejor, si Pedro Sánchez o él, aunque Bertín hizo gala de unas tablas encomiables. También se podía haber ahorrado la de si es tan aburrido como se dice, pues ¡qué le va a contestar Bertín distinto a lo que contestó!

Estuvo bien Rajoy reconociendo sin rodeos que no supo comunicar a los españoles la gestión del Gobierno para evitar que nos rescataran. Especialmente cuando hay medidas duras, sacrificios, hay que tener mejores explicaderas.

Sobre la posible inacción en el problema del independentismo catalán, contestó Rajoy con una pregunta, método habitual de los gallegos, al decir “¿qué quieren que hubiera hecho?”. Sin lugar a dudas, mucho más podía y debía haber hecho estos años, y sus antecesores.

Un Rajoy campechano, sencillo, cercano, conocedor de la realidad social de los españoles, que a la vez reconoció que sí se esperaba ser el elegido de Aznar para sucederle, y que reconoció que se vuelve a presentar porque hay cosas que seguir mejorando, que tiene experiencia y ganas.

 

De Rajoy me gusto cuando habló de lo que nos gusta a los españoles “machacarnos” como país, y puso los ejemplos de la sanidad en España y en otros países como Estados Unidos, o la educación, entre otros ejemplos.

Puede ser que Rajoy haya descubierto que tiene que aparecer más, darse a conocer, pues gana enteros. No sé si veremos a Bertín representándonos en Eurovisión o como candidato en Jerez o en otra ciudad, pero lo que sí está demostrando Osborme es que hay programas sencillos y humanos que los espectadores agradecen.

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