Rajoy se juega muchos votos

El próximo día 15 acaba el subsidio de los 400 euros para los que han agotado otras prestaciones. El Gobierno ha de decidir si los prorroga o no, y es una decisión muy importante, social y políticamente

Rajoy debe prorrogar esos 400 euros. Los recortes nos afectan a todos, pero no debe acabar con ese subsidio, pues sería una decisión que la sociedad española no entendería, y dejando en una gran desamparo a los más débiles laboralmente. Pueden reducirse costes y salarios, escoltas y asesores, retrasar ciertas inversiones, gravar más a algunos sectores, pero España puede iniciar el camino de la explosión social si se desampara a las víctimas de un mercado laboral que, en buena parte, ha pagado la incapacidad y el cinismo de ZP.

Rajoy debe prorrogar esos 400 euros, sin ampararse en las graves dificultades de España. Debe hacerlo explicando que a los parados que generó ZP no los deja “tirados”. El Banco Central Europeo ha dicho que, si se hubiera hecho la reforma laboral hace 2 años, no se habrían perdido tantos puestos de trabajo. Por solidaridad y sensibilidad social, Rajoy no debe dejar el borde del precipicio a más personas.

Además, políticamente será una decisión muy aplaudida por los españoles a favor del PP. Por el contrario, si no prorroga este subsidio, el PSOE recogerá electoralmente “resentidos” o abandonados por el PP. Y también debe sacar una lección el PP de esta decisión: si hubiera dicho hace unas semanas que prorrogaría el subsidio, hubiera quitado protagonismo a los sindicatos mayoritarios y al PSOE, evitando la inquietud de tantas personas en agosto, justo cuando otra parte de los españoles está disfrutando de vacaciones. Rajoy sabe muy bien quiénes están ahora en las ciudades: los que no pueden veranear en otros lugares, los que cogen cualquier suplencia laboral, los que tienen la guillotina de los 400 euros sobre su cabeza, y desde luego a quienes nos toca trabajar con normalidad –y ojalá hubiera más personas trabajando en agosto- y entendemos otro tipo de recortes.

No basta con esgrimir el argumento de que algunos pueden recibir los 400 euros de modo pasivo, y que hay que fomentar el empleo. Por supuesto, pero la picaresca o la pasividad de algunos no justifica la dramática situación de parados de larga duración. Nunca mejor dicho, no deben pagar justos por pecadores.

Los Bancos de Alimentos, Cáritas, ONGs, y todo tipo de asociaciones están proporcionando alimentos a muchos miles de personas, muchos de ellos españoles. Al Gobierno se le pide que gobierne, pero esta medida es mucho más importante de lo que parece para miles de familias y para el apoyo electoral hacia el PP.

 
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