Solidaridad xenófoba

            Para mí, una solidaridad xenófoba no es solidaridad.  Creo que son términos opuestos, puesto que la solidaridad se basa en la necesidad  de las personas, no excluyendo por motivos de raza, nacionalidad o ideología. La solidaridad auténtica debe atender a los más necesitados, y a veces un extranjero puede estar más necesitado que un español.

            Sin embargo, el partido político España 2000 llevó a cabo el pasado sábado, en Valencia, un reparto de comida sólo para españoles. Lo hizo en el barrio de Orriols, que tiene un 30% de  extranjeros.  Coincido con  el presidente del Banco de Alimentos en Valencia, Jaume Serra,  que ha calificado ese reparto de comida discriminatorio como  “vergonzoso”  y una “salvajada”.

 El Banco de Alimentos está desarrollando en toda España, desde hace años, una ejemplar tarea de ayudar a toda persona necesitada, sin distinguir nacionalidades, creencias o ideologías. Cuenta con la colaboración de instituciones y empresas que donan alimentos porque saben que la distribución se hace con solidaridad y profesionalidad, y por eso el Banco de Alimentos cuenta con muchos voluntarios.

            España 2000 es un partido político xenófobo. No cuenta con un apoyo social de entidad, ni creo que los españoles estemos dispuestos a apoyar a un partido político de ese tipo, pese a los riesgos que se propalan de que, en medio de la crisis económica, puede aumentar la xenofobia.

            Fue un error grave de Zapatero el “papeles para todos”, sin una política de inmigración sensata y vinculada al mercado laboral. La demagogia de Zapatero se extendió a la dependencia, a la inmigración y a cuanto supusiera una imagen de progresismo, modernidad y ayuda a los necesitados sin sopesar las posibilidades y las consecuencias, engañando en definitiva a todos, o dejándose engañar por la política de Zapatero de que España era el destino moderno para “la búsqueda de oro”.

            La solidaridad no puede ni debe distinguir a los beneficiados, sino solamente tener en cuenta que son “personas”, todas ellas con la misma dignidad, sea cual sea el color de su piel, su país de nacimiento o su ideología.

 ¿Qué diría España 2000 si en un país repartieran  alimentos excluyendo a los españoles, lo aplaudiría?  ¿Qué dice de la solidaridad que se ha tenido con los españoles en muchos países, en épocas en que muchos de nuestros antepasados tuvieron que emigrar? ¿Cómo valora España 2000 el trato que se dispensa a los españoles en países europeos en la actualidad?

            Pero incluso debe analizarse este reparto de comida discriminatorio por parte de España 2000 con una pregunta significativa: ¿las entidades que aportaron esos alimentos están de acuerdo con esa discriminación?  Al fin y al cabo, esas entidades proporcionan alimentos y estoy convencido que no participan del criterio insolidario de España 2000. Sería penoso que estuvieran de acuerdo, pero también lamentable que sigan  destinando alimentos a un partido político que actúa de ese modo vergonzoso.

            Hay entidades que aportan alimentos y prefieren no figurar, pero otras son conocidas, y sería un paso positivo que no contribuyan con su silencio a repartos de comida tan intolerables, rechazándolo expresamente o dejando de aportar alimentos a España 2000, y aportándolos a otras entidades solidarias, como Cáritas, Cruz Roja o el mencionado Banco de Alimentos, entidades que nos llegan de orgullo a los españoles por su hercúlea tarea solidaria de verdad.

 
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