Silencio feminista por Afganistán

Mujeres afganas manifestándose en Kabul
Mujeres afganas manifestándose en Kabul

Aunque los talibanes han lanzado un mensaje de respeto a los afganos, y en particular a las mujeres, nadie se lo cree, por los años en que gobernaron el país, por lo que han hecho en estos 20 años de guerra y por lo que está sucediendo estos días.


Las mujeres  afganas están comprando a toda prisa el burka, porque de lo contrario les insultan, empujan y obligan a encerrarse. Un vídeo de un reducido grupo de mujeres en Kabul exigiendo respeto nos transmite una valentía que remueve: su trabajo, sus estudios, su vida, todo está en peligro. Una alcaldesa afgana, de 27 años, espera sentada en casa a que lleguen para matarla. Miles de afganos corriendo por el aeropuerto para huir ¿y alguien vio alguna mujer en esa multitud que corría angustiada?


¿Qué han dicho o hecho en estos días los movimientos feministas ante esta tragedia, que especialmente golpea a millones de mujeres afganas? ¿Qué van a hacer? Hasta ahora, se percibe un silencio atronador del feminismo mundial. Y voy más allá: ¿y su silencio sistemático ante la situación de las mujeres en diversos países islámicos? Alguien, algún día, tendrá que explicar este silencio y esta pasividad.


En este clima de dolor mundial, aconsejo a la ministra de Igualdad, Irene Montero, que sea muy cauta en lo que dice y hace. Su habitual ligereza, intentando focalizar los problemas en auténticas memeces, le puede salir muy cara ahora. ¿Por qué no se plantea reducir cargos en su Ministerio, y ayudar a las mujeres afganas, o promover una campaña de donativos? Es incapaz. Ni puede, ni sabe, ni quiere. Que quien quiera califique el feminismo de la ministra, pero yo ofrezco un calificativo: sectario.


La caída de Afganistán en manos de los talibanes es una tragedia para los afganos y para toda la humanidad. Están llevando a cabo ya una sistemática violación de los derechos humanos. El primer ministro de Canadá, Justin, Trudeau,  ha dicho que su país no reconocerá el gobierno talibán, porque son terroristas.


Algunos líderes mundiales como Macron, Merkel o Johnson han suspendido sus vacaciones, porque requiere actuaciones inmediatas de evacuación de personas, también  de los miles que han colaborado con las potencias occidentales, y con razón temen por ellos y por sus familias: sin embargo, Pedro Sánchez de nuevo hace gala de lo que es, un mediocre feliz de vivir en la Moncloa, y ahí ha seguido en Lanzarote. Si lo tenemos de presidente, algo dice de nosotros.


Pánico para los afganos, que en su mayoría no apoyan a los talibanes, pero les temen. Y pánico multiplicado entre las mujeres. También pánico en el resto del mundo,  porque puede ser un bastión para el terrorismo internacional, o un eslabón más: aunque  no hay que temer a los afganos que acojamos – es lo menos que podemos hacer ante este hachazo para los derechos humanos -, porque los hipotéticos terroristas hace tiempo que ya viven en Francia, España, Reino Unidos, Estados Unidos, etc. 


Me ha parecido muy inoportuno que Javier Ortega Smith, secretario general de Vox,  haya incidido en sus primeras declaraciones en que no se “cuelen” terroristas entre los refugiados que van a venir: por supuesto, que hay que estar pendiente, pero ahora toca asumir la solidaridad mundial de acoger afganos.


En España hay ahora 799 afganos censados. No conozco a ninguno, pero me gustaría recoger sus informaciones, sufrimientos y opiniones. La palabra “traición” saldría, con toda certeza. Les ha traicionado su Gobierno, con una corrupción generalizada durante años y que explica el desmoronamiento de su ejército. Occidente les ha dado mucho dinero durante años, ¿y no es capaz de exigir una administración adecuada y honrada? Y los soldados muertos en Afganistán, tanto de España como de otros países, para ayudar a los afganos ¿de qué han servido?

 


El presidente norteamericano, Joe Biden, defendiendo la acción de Estados Unidos de no ser un policía mundial, y menos cuando los afganos no se quieren defender, con un presidente huido. Diga lo que diga, la evacuación y la falta de control son imperdonables. Saigón ha vuelto. Un fracaso estrepitoso, que no se puede atribuir únicamente  a Trump. Merkel lo ha reconocido. Macron quiere ser un líder para la reacción solidaria europea, y ya lo dijo el lunes en un solemne discurso a toda Francia. Sánchez, veranea.

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato